Las 12 leyes del karma son un conjunto de principios que rigen la causalidad entre nuestras acciones y sus consecuencias, según la filosofía budista. Estas leyes nos ayudan a comprender cómo nuestras intenciones, pensamientos y emociones influyen en nuestra realidad y en nuestro bienestar.
El concepto de Leyes del Karma surge de ésta filosofía budista que se basa en un conjunto de conocimientos, hábitos y enseñanzas, que a través de la meditación y de pequeños cambios día con día, nos permiten ir trabajando en la transformación de nuestro yo interior y el Karma está muy relacionado a la idea de justicia y es uno mismo quien generaría su propio Karma, que es el efecto directo de las acciones de cada quien. Karma significa “hacer”, cuando hacemos cosas malas o negativas se convierte en Karma que debemos tarde o temprano pagar y cuando hacemos cosas positivas o buenas se le llama Dharma y serían algo así como méritos que nos deben y que la vida nos mandará.
Se cree que ésta filosofía nos hace más sabios, abre nuestra conciencia y nos hace personas más responsables y consecuentes con nuestros actos.
Las 12 leyes del karma son las siguientes:
- La gran ley del karma o la ley de causa y efecto: Esta ley establece que todo lo que hacemos, decimos o pensamos diariamente tiene un efecto equivalente en nuestra vida y en la de los demás. Así, si actuamos con bondad, generosidad y compasión, atraeremos situaciones positivas y armoniosas. Por el contrario, si actuamos con egoísmo, violencia y odio, atraeremos situaciones negativas y conflictivas. Nos invita a ser conscientes de las consecuencias de nuestras acciones y a asumir la responsabilidad de ellas.
- La ley de la creación: Esta ley establece que somos los creadores de nuestra propia realidad, mediante nuestras elecciones, actitudes y hábitos. Así, si queremos cambiar algo en nuestra vida, debemos cambiar primero algo en nuestro interior. Nos invita a ser proactivos, creativos y coherentes con nuestros valores y objetivos.
- La ley de la humildad: Esta ley establece que debemos aceptar la realidad tal como es, sin negarla ni resistirnos a ella. Así, si queremos transformar algo en nuestra vida, debemos reconocer primero lo que no nos gusta o nos hace daño, tanto en nosotros mismos como en los demás. Nos invita a ser humildes, sinceros y flexibles.
- La ley del crecimiento: Esta ley establece que el único aspecto de nuestra vida que podemos controlar es nosotros mismos. Así, si queremos mejorar algo en nuestra vida, debemos mejorar primero nosotros mismos, mediante el aprendizaje, el cambio y el desarrollo personal. Nos invita a ser curiosos, abiertos y evolutivos.
- La ley de la responsabilidad: Esta ley establece que somos los únicos responsables de nuestra vida y de todo lo que ocurre en ella. Así, si algo no funciona en nuestra vida, debemos buscar la causa en nuestro interior, sin culpar a los demás ni al destino. Nos invita a ser honestos, autónomos y empoderados.
- La ley de la conexión: Esta ley establece que todo está conectado en el universo, tanto lo visible como lo invisible, lo pasado como lo presente, lo individual como lo colectivo. Así, cada acción que realizamos tiene un impacto en el todo y cada parte del todo nos afecta a nosotros. Nos invita a ser conscientes, solidarios y ecológicos.
- La ley del enfoque: Esta ley establece que debemos concentrarnos en una cosa a la vez, sin dispersarnos ni distraernos con lo que no es relevante o prioritario. Así, si queremos lograr algo en nuestra vida, debemos enfocarnos en ello con claridad, determinación y perseverancia. Nos invita a ser organizados, disciplinados y eficientes.
- La ley del dar y de la hospitalidad: Esta ley establece que debemos dar aquello que queremos recibir, sin esperar nada a cambio. Así, si queremos amor, paz o felicidad, debemos ofrecerlos primero a los demás, sin condiciones ni restricciones. Nos invita a ser generosos, altruistas y hospitalarios.
- La ley del aquí y ahora: Esta ley establece que debemos vivir el presente con plenitud y atención, sin aferrarnos al pasado ni preocuparnos por el futuro. Así, si queremos disfrutar de nuestra vida, debemos aprovechar cada momento como una oportunidad única e irrepetible. Nos invita a ser conscientes, agradecidos y felices.
- La ley del cambio: Esta ley establece que el cambio es inevitable e imprescindible para nuestro crecimiento y evolución. Así, si queremos adaptarnos a las circunstancias cambiantes de nuestra vida, debemos aceptar el cambio como una oportunidad de renovación y mejora. Nos invita a ser valientes, optimistas y resilientes.
- La ley de la paciencia y la recompensa: Esta ley establece que todo requiere de un tiempo y un esfuerzo para alcanzar su madurez y su plenitud. Así, si queremos obtener algo en nuestra vida, debemos trabajar por ello con paciencia y constancia, sin desanimarnos ni rendirnos. Nos invita a ser pacientes, perseverantes y confiados.
- La ley de la importancia y la inspiración: Esta ley establece que debemos darle sentido y propósito a nuestra vida, mediante la realización de aquello que nos apasiona y nos inspira. Así, si queremos vivir con plenitud y armonía, debemos seguir nuestra vocación y nuestra misión, sin dejarnos llevar por el miedo o la rutina. Nos invita a ser apasionados, inspiradores y trascendentes.
Estas son las 12 leyes del karma que nos enseñan a vivir de acuerdo con el equilibrio universal y el bienestar personal.
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Bibliografía:
Las 12 leyes del karma – La Mente es Maravillosa
Las 12 leyes del karma y la filosofía budista (psicologiaymente.com)