Todos los seres humanos tenemos la capacidad de visualizar o tener videncias, que son fragmentos de pasajes futuros o momentos que se presentarán en algún tiempo, avisos de sucesos que nos cambiarán la vida, solo que esa capacidad fue bloqueada debido a las creencias religiosas, ideologías y el poco desarrollo espiritual.
La glándula pituitaria es quien deja observar dentro de nuestra mente en el subconsciente como una imagen proyectada casi en un formato 3D, en el cual se puede mirar a profundidad el pasado, el presente y el futuro de cada uno de nosotros, además de poder conectarnos en un plano astral con aquellos que nos rodean, sin importar la cercanía, o la distancia que exista entre cualquier individuo.
Esta visión se logra al desarrollar el máximo la glándula pituitaria que es la que logra esta gran conexión entre lo místico y lo físico. Los grandes maestros místicos de la antigüedad, así como los modernos tienen desarrollada esa glándula, al igual que los videntes, lectores de cartas, y personas que practican el misticismo, pero cada persona que existe en el mundo tiene la misma capacidad solo que debido a que la sociedad moderna con sus reglas y complicaciones, frenaron las practica de desarrollo místico de ser humano, también la religión influyo al poner como un equivocación y una práctica clandestina el acercamiento a dios a través de su propio desarrollo personal sin el consentimiento absurdo de la madre iglesia.
Sin embargo las practicas del misticismo se realizaron desde tiempos antiguos cuando el mundo era más libre de creer que podía conectarse a nivel más personal con dios, un espíritu familiar, un santo o un ángel guardián.
Algunas personas son más susceptibles a poder establecer más rápidamente una conexión debió a su astrología ya que es uno de los factores que nos permite por definición tener mayor facilidad para el enlace mental.