Te invito a reflexionar sobre lo que, para mí, considero el aspecto principal y la razón de ser del ser humano: la vida en pareja. Sobre los aspectos principales, alrededor del amor como elemento fundamental, la atracción física y el sexo, la convivencia, la tolerancia, la paciencia, la resiliencia, el sacrificio, la entrega, el compromiso, la inteligencia emocional, el amor propio, el respeto, el egoísmo, la conveniencia, la soledad acompañada, la costumbre, el temor a la soledad.
¿Cuántas interrogantes te puedes hacer sobre la pareja, sobre la definición en sí misma de la palabra, lo que te ha tocado vivir, lo que esperas, lo que tienes, tus costumbres, tus creencias, positivas y negativas, tus demonios, tu esperanza, tu crecimiento y armonía conjunta y, principalmente, el amor propio?
Porque sin él, no puedes ofrecer nada a los demás, lo que consideres tus triunfos y fracasos.
La definición:
La palabra “pareja” viene del latín par, paris (igual), que significa asignar, atribuir, dar partes iguales. Asimismo, la palabra “encontrar” viene del latín in contra (en contra). Originalmente se refería a salir al encuentro; más tarde, tomó el significado de hallar. Hallar tu igual o la unión de dos iguales.
Para nuestra reflexión, nos referiremos a la relación de pareja como un vínculo sentimental de tipo romántico que une a dos personas, con su secuencia tradicional: la empatía, el deseo de estar juntos, conocerse, el noviazgo, en ocasiones vivir juntos y, en su caso, el matrimonio.
La idea de una pareja ideal
Solemos idealizar a nuestra pareja o relación de tal manera que, cuando las cosas no son como esperamos, la frustración y la decepción pueden ser muy fuertes. Para que una relación sea ideal, no solo es necesario ser felices con quien tenemos al lado, sino también con nosotros mismos. Lo demás es un complemento que siempre será bien recibido.
Es importante tener en cuenta que la pareja está compuesta por dos personas que no son perfectas y que pueden cometer errores. Equivocarse no es algo malo; más bien, nos sirve para crecer tanto individualmente como en pareja. Tampoco es negativo discutir de vez en cuando o tener puntos de vista diferentes, ya que eso nos permite conocer al otro y avanzar juntos.
Incluso podría decirse que los problemas y las dificultades son lo que nos ayudan a forjar una relación más sólida, ser más compañeros y cómplices.
Esto no significa que debas soportar todo “hasta que la muerte nos separe”. Es crucial aprender a establecer límites, tanto en la relación como en nosotros mismos, ser muy honestos y saber hasta dónde podemos llegar. Estar siempre de acuerdo con el otro sería monótono y rutinario, y ante un problema real, no sabríamos cómo superarlo juntos.
No podemos aspirar a tener la relación perfecta basándonos en las expectativas de la sociedad, de nuestros antepasados o de la familia. Nuestro conjunto de creencias y costumbres, aunque es sano saber lo que queremos de una relación y de una pareja para tener un “parámetro” de lo que esperamos, la realidad es que cuando el amor llega, todo lo demás pasa a un segundo plano.
Nunca sabremos si existe ese príncipe azul o nuestra Cenicienta. Si la persona que tienes a tu lado te hace la vida más feliz y más sencilla, ¿es necesario pedir más?
Reflexiona sobre cómo podemos tener a una persona maravillosa al lado y aún así sentirnos desgraciados. Lo mejor es saber reconocer qué aspectos de nuestra pareja valoramos, cómo nos divertimos juntos, lo que contribuye y aporta a tu vida y a la relación para hacerla más hermosa.
Lo que consideraría como fundamental
Ninguna relación es perfecta en todo momento, pero en una relación sana, ambas personas deben sentirse bien la mayor parte del tiempo. Lograr una buena relación requiere más que simple atracción; es necesario un trabajo conjunto y la disposición de ambos para esforzarse por mejorar la relación y establecer un alto nivel de confianza, sin llegar a extremos ni forzar a la contraparte, pero tampoco es saludable no recibir nada a cambio ni observar colaboración en dicha mejora.
Puntos clave:
- Autoestima y comodidad personal: Aprende a quererte, a estar cómodo contigo mismo, a ser feliz y, de esta manera, promover una relación más feliz.
- Comunicación efectiva: Es fundamental expresar tus sentimientos, aprender a escuchar y preguntar sin criticar ni ofender. Si algo te molesta, exprésalo; tu pareja no puede leer tu mente. Hablar de los problemas genera confianza y fortalece la relación, incluso aquellos problemas externos que afectan la convivencia. Además, agradece los gestos que te aportan paz o alegría.
- Honestidad y sinceridad: Sé honesto y sincero en tus acciones, pensamientos y sentimientos, y espera lo mismo a cambio. La honestidad construye confianza, mientras que las mentiras dañan la relación.
- Independencia y espacio personal: En tiempos de estrés y tensiones, es crucial permitir y respetar los espacios personales. Compartir hobbies, amigos e intereses fuera de la relación es saludable, reconociendo que cada uno puede disfrutar de su individualidad sin perder la conexión como pareja.
- Madurez y respeto: Es necesario ser maduro para aceptar diferencias sin imponer, respetando las opiniones e ideas del otro.
- Perdón y humildad: Aprende a perdonar y a pedir perdón sinceramente. Reconoce tus errores, acepta las disculpas y sé humilde.
- Reconocimiento y apoyo: Valora y celebra los logros y esfuerzos del otro. Si sientes falta de reconocimiento, exprésalo antes de que las pequeñas frustraciones se acumulen.
- Sexualidad abierta y consensuada: Habla con tu pareja sobre tus preferencias y límites sexuales de manera abierta y sincera, respetando siempre el consentimiento y la salud sexual.
Es válido cuestionarse sobre tu relación para entender por qué estás en ella. Reflexiona desde una perspectiva honesta y empática, poniéndote en el lugar de tu pareja.
- ¿Tu pareja respeta tus ideas y tú las suyas?
- ¿Se dan espacio para pasar tiempo con amigos y familia?
- ¿Disfrutan del tiempo juntos?
- ¿Puedes hablar abiertamente de tus molestias y sentimientos, y tu pareja también?
- ¿Compartes tus pensamientos y emociones libremente, y tu pareja hace lo mismo?
- ¿Puedes hablar con tu pareja sobre tus preferencias sexuales?
- ¿Tu pareja intenta llevarse bien con tus amigos y familiares?
- ¿Ambos se sienten orgullosos de los logros del otro?
- ¿Se respetan aun teniendo opiniones diferentes?
Lo que tienes que superar
Parece que, a medida que hay más acercamiento entre «dos iguales», surge simultáneamente una necesidad de distanciamiento y diferenciación. Este fenómeno actúa como un mecanismo compensatorio frente a una única forma de llevar la relación. Esta dinámica a menudo genera sentimientos de extrañeza, que comúnmente son interpretados como «pérdida del amor» o «monotonía en la relación», debido a las diferencias en costumbres, hábitos, decisiones, pautas de educación de los hijos y el posicionamiento en la vida en general.
Antes de decidir «arrancar» de una relación, lo sensato sería explorar, con ayuda profesional, aquellos aspectos que individualmente no se han podido resolver y que, recordados dentro de la pareja, suelen explotar, la mayoría de las veces, de manera involuntaria.
Es fundamental definir tu sentido del ser y tu propósito, y sanar las heridas del pasado. De lo contrario, corremos el riesgo de repetir los mismos conflictos en relaciones futuras.
¡Atención! Es crucial considerar con toda sinceridad si la persona a tu lado es la mejor para ti, y si tú eres lo mejor para ella. La vida no es un cuento de hadas debido a nuestras expectativas, a menudo irrealizables. Las películas y novelas de amor están ahí para recordárnoslo; si te inspiras en ellas, busca las que te dejen algo real, algo sobre lo que reflexionar y que puedas añadir a tu «cofre de tesoros».
Reflexionando sobre la etapa actual de mi vida, me recomendaron ver la película «Elsa y Fred», de la cual surgieron estas reflexiones. La conclusión es que el amor, tanto por la vida como por una pareja, puede llegar en cualquier momento, siempre que estés abierto a él. A continuación, comparto un breve resumen de la película y algunas reflexiones personales.
Elsa y Fred.
Elsa y Fred es una película argentina–española de comedia dramática filmada en 2005.
Ambos, ya mayores de 80 años, de acuerdo a la narrativa, son un ejemplo de optimismo frente a la vida pues deciden buscar juntos la felicidad, tratando de realizar los sueños que todavía están en su mente. Fred es un viudo temeroso e hipocondríaco que no ha podido olvidarse de su esposa, se ve forzado por su hija y su yerno a buscar un apartamento, para dejar la casa donde vivía con su esposa. Y como vecina, sin el aún saberlo, vive Elsa, con quien pasará sus últimos años.
De casualidad cuando están en la mudanza su nieto descubre que Elsa golpea el carro de sus padres mientras realizan una maniobra de estacionamiento. El nieto tiene que decir lo sucedido pues Elsa, que es una mujer manipuladora y adicta a mentir, se niega a reconocerlo. El hijo de Elsa se ofrece a pagar los daños ocasionados firmando un cheque. La mujer se lo lleva a Fred para que se lo dé a su hija, pero le inventa que en realidad necesita el dinero para ayudar a su hijo mayor (el cual supuestamente enviudó, no trabaja y tiene cinco hijos). Fred decide pagar él mismo la reparación y Elsa le agradece invitándolo a cenar a su casa.
De esta manera inician un encuentro que poco a poco va forjando un sentimiento especial y va trasformando la existencia de cada uno. La soledad inicial cobra fuerza y se convierte en un acompañamiento profundo que lleva a esta pareja a vivir momentos soñados, guiados por Elsa que muestra gracia, humor e intrepidez.
La conexión que ambos experimentan pronto se convierte en un vínculo que evoluciona hasta convertirse en amor, pese a las iniciales resistencias de Fred, quien sigue afectado por la reciente muerte de su esposa. Elsa decide tomar la delantera en la relación y hacer que el anciano viva todas esas cosas que nunca se permitió.
Fred se había prometido que nunca volvería a decir te quiero y así se lo hace saber a Elsa, sin embargo, al crecer la relación él se da cuenta que realmente está enamorado de Elsa.
En una ocasión en que tienen que ir de compras Elsa le dice a Fred que hay que ir al supermercado y le pide le ayude a hacer una lista de lo necesario, a lo cual Fred le contesta que ya hizo la lista y que está pegada en el refrigerador, cuando ella se acerca a ver la lista descubre una nota que solamente dice “TE QUIERO”.
El mensaje es que, en ocasiones, sin presiones, con paciencia, no es necesario que te digan las cosas, pero tampoco darlas por sobre entendidas, acciones y letras lo pueden suplir y hay mayor compromiso porque a las palabras se las lleva el viento. Se acerca a él y se unen en un tierno abrazo de agradecimiento.
En otra ocasión Elsa le comenta que tiene como un deseo, después de ver la película “La dolce vita”, una película de Federico Fellini en 1960, revivir la escena donde la protagonista, Anita Ekberg, se baña en la Fontana di Trevi de Roma, siendo en este caso ella la protagonista.
Fred se entera de que ella tiene una enfermedad mortal y que le queda poco de vida y decide cumplirle el deseo, le regala los dos boletos para ir a Roma, en temporada aún de invierno Elsa se bañan en la fuente, igual como los protagonistas de la película. Fred la mira desde fuera y le dice, bueno tu deseo se ha cumplido, pero ella le dice que aún no pues en la película, la pareja de Anita, que es Marcello Mastroianni, también se mete a bañar con ella, a lo cual él le dice que se van a enfermar y ella le contesta “¿te importaría mucho si te mueres ahora entre mis brazos?”, Fred se mete a la fuente, ella lo abraza y le dice “te amo como nunca ame nada en la vida”, y él le contesta “gracias por devolverme la pasión de vivir”.
¿Nunca han vivido esa sensación de total intensidad? Esa que te pone la piel chinita y sientes mariposas en el estómago; sientes que algo te sube desde ahí hasta la garganta y se ahoga en un suspiro, en llanto, en un grito o en una acción de regocijo, que hace salir a tu niño interior. Eso pasó cuando vi esa escena.
Pienso que las fotos o una hermosa película no pueden detener el tiempo, los momentos hay que vivirlos, esos momentos donde no existe ni el pasado ni el futuro, que aun en la edad madura y en la enfermedad, podemos ponerles pies a las locuras y seguir siendo jóvenes y alegres, porque hay que considerar lo que tenemos en el día de hoy, porque el amor no tiene edad.
Dentro de la excelente trama de la película te cuestionas cuando termina la amistad y empieza el amor, o cuando termina la amistad y empieza el amor»
Entre los miedos y las inseguridades mi amor siguió creciendo, muy a pesar mío se arraigó con fuerza luchando la batalla más desigual de mi historia…
Me negué mil veces que te quería, juré que eras amistad y así crecía mi cobardía, por momentos veía en vos amor y en otros solo era tu amiga.
¿En qué momento comenzaste a ser amor?
¿En qué instante entraste en mi corazón y no buscaste la salida?
Te amo para bien o para mal, eres amistad convertida en amor, sin ti me siento perdida…
Ansío encontrar la valentía en mi corazón para abrazar con mucho amor mi soledad y acercarla a tu compañía…
Aɭʍɑ ʍíɑ
Autora: Sandra Santucho
Bellas frases que ilustran una época de la vida que para muchos significa lentitud, cansancio y agonía. Por eso, la intención de esta película es “rescatar la idea del amor a cualquier edad, de una manera pura y sin estereotipos de la vejez”, así como darnos lecciones para vivir plenamente hasta el minuto final de nuestra existencia. Todo esto sin necesidad de negar la validez de los años, dándole importancia a una época que puede ser vital y que está cargada de ternura.
El tema de la película es una canción de Joan Manuel Serrat llamada «Hoy puede ser un gran día»
Aquí el link https://www.youtube.com/watch?v=_qBpcloExbk, la película también está en Youtube.