A medida que la edad avanza junto con ello los cambios físicos y fisiológicos de las personas creando de una forma desmedida una estación en el cual se observan diversas mudanzas en nuestra personalidad.
La piel se vuelve menos elástica, los periodos de recuperación de nuestros músculos son más tardíos, los espacios de sueño son más prolongados, la aparición de las arrugas es más notoria, así mismo la pigmentación del cabello se convierte en color plata.
Las enfermedades son ahora con más frecuencia. La vida después de los 40, es tan solo una forma de absorber los conocimientos que con antelación se han adquirido:
es en esta etapa donde se empieza a actuar de una forma más consciente, (claro, no todas las personas).
Para un servidor, esta etapa es una forma clara de poder aplicar lo que se ha aprendido ante la belleza incalculable de la naturaleza. Es el período donde se fija uno en lo que más importa. La gratitud, el agradecimiento, el perdón, la reflexión y sobre todo actuar conforme a nuestra voluntad de una manera que sea contribuyendo a compartir.
En esta etapa se priorizan las actividades, se saborea cada instante, se paladea cada momento guardándolo en lo más profundo de nuestro corazón.
Cada ser humano tiene un itinerario distinto, pero que a su vez se va entrelazando convirtiendo la vida en una valoración única y excelsa.
A mi manera de ver la vida es una etapa de madurez no solo emocional sino espiritual. Dejas de juzgar a los demás, te alegras por sus triunfos, los sientes tuyos y dejas a un lado amarguras y rencores.
Aprecias lo mucho o poco que tengas, la madurez es la luz que desaparece lo negro de las tinieblas creando el resplandor de tu bienestar.
Hoy disfruta de tu edad, cada etapa tiene sus lados positivos, céntrate en ello, sacia tu ser de tus 5 sentidos y maravíllate de tu existir una vez más.
Te lo comparte tu amigo de la eterna sonrisa
[…] Me pongo frente al espejo y puedo ver, sin mayor preocupación ni resistencia, que he cambiado tanto, que incluso hay días en que creo no reconocerme. […]