Relato de los acontecimientos ocurridos en el pueblo de San Felipe Torres mochas, narrados por la señorita Nayeli Rubín.
El 19 de junio recibí un telegrama del padre Alonso pidiéndome que si podía alojar a una persona que viene del seminario a pasar unos días.
Llega a tiempo para la cosecha, mamá ha mandado traer a varios trabajadores de León, -espero que esos tipos no los ahuyenten como a los otros-
El DIA 20 llego el padre acompañado por el seminarista, un joven de unos 20 años tenía el cabello amarillo y tenía un rostro parecido a un actor de cine; le di la bienvenida, se presentó como Ernesto, el padre me contó que le faltan algunos años para ordenarse sacerdote y se ofreció a ayudarme en el templo unos días.
Fuimos a la casa donde le teníamos una habitación preparada, luego de instalarse pidió si se podía ir a descansar un rato ya que venía cansado del viaje, le di un duplicado de las llaves y me retiré a la sala.
El padre Alonso estaba en ella, cuando me vio llegar y me dijo que me acercara.
– ¿Esta tu madre? – me pregunto
-No está en el campo recibiendo a los nuevos trabajadores- conteste
-Tienes que poner a tu tío sobre aviso de estos acontecimientos-
-Ya le dije, pero sin pruebas no puede hacer nada. –
-Solo quería decirte que vienen unas personas a ayudar-
– ¿Quiénes? – pregunte
-Suena extraño, pero ni yo los conozco-
– ¿Cómo?, entonces ¿Cómo nos van a ayudar? –
-No te preocupes se dedican a esto y sus métodos son un poco extraños, lo único que me dijeron es que para que esta operación funcione necesitan estar en el anonimato- añadió el padre
– ¿Cómo sabremos que son ellos y no esa gente?
-Se podrán en contacto contigo-
– ¿Cómo?
-Te dirán la frase “El sol está brillando” tú tienes que responder “Pero es más hermoso el ocaso”-
– ¿Tienen algún nombre? –
– ¡No lo sé!, pero uno se hace llamar Halcón- dijo el padre sentándose.
Pudimos hablar más pero mi madre entro a la sala, saludo al padre, le invito un café y nos habló que habían llegado 60 personas para trabajar.
Toda la tarde mi madre y el padre estuvieron platicando; me retire a mi cuarto, cerca de las diez de la noche tocaron a mi puerta al abrirla no había nadie en el corredor, mire hacia abajo y vi un pedazo de papel lo recogí y tenía el siguiente mensaje:
“La veré en los maceteros en 20 minutos”
Me vestí y fui a los maceteros que están afuera de mi casa, vi mi reloj eran las once y no había ni un alma en la calle, estaba quedando dormida cuando oí mi nombre a mis espaldas.
Ante mi estaba una persona de un metro setenta aproximadamente, se presentó como Halcón, no pude ver su rostro; estaba ubicado en las sombras solo pude ver su silueta.
– ¿Debe ser la señorita Rubín? – pregunto
Le respondí si con la cabeza, luego observo ambos lados de la calle y las ventanas, luego prosiguió.
– ¿El padre le hablo de nosotros? – pregunto nuevamente
-Si el me hablo en la tarde de usted-respondí
– ¡Bien! Solo le puedo decir que mi grupo está oculto en todo el pueblo-
-Usted ¿quiere saber…? – dije
-Si por favor, sin eso no podremos continuar-
Me senté en la maseta y el junto a mí luego comencé:
Este problema empeora la situación que teníamos antes, mire hace varios años este pueblo corría el riesgo de desaparecer, la gente se iba para buscar una mejor vida, actualmente el pueblo se mantiene del campo y de las remesas que envían de Estados Unidos, pero hace un año empezaron a suceder cosas extrañas, robo de ganado, cosechas muertas, etc.
Pero lo peor sucedió después, empezaron a matar a la gente, campesinos principalmente la gente comenzó a tener miedo luego descubrimos quienes eran los responsables, eran varios tipos que robaban a todo el pueblo y empezaron a matar a la gente sin piedad, luego atacaron a la iglesia le han robado una imagen del siglo XVII.
Mi padre reunió a varios para expulsar a estas personas y sucedió lo peor, a mi padre lo levantaron y lo encontramos tres días después, lo habían torturado antes de matarlo, ahí no termina mis desgracias han ahuyentado a los trabajadores de nuestros campos tres veces. -Lo siento mucho- dijo Halcón
Continuando el pueblo ignora lo que está pasando, ¿no sé por qué?; como sabe mi tío es el presidente municipal pero no puede hacer nada sin pruebas, el comandante a capturado a varios, pero salen antes de procesarlos – ¿cree que haya corrupción? – tal vez me estoy preocupando mucho.
-Estaré al pendiente de todo lo que me dijo y le daré cuentas al padre y a usted, con el comandante hablare luego, no confié en nadie- dijo halcón con tono severo.
-si lo hare- dije girando mi cabeza, halcón había desaparecido, no había nadie en la calle.
A los pocos minutos Mirna una de las empleadas había regresado de estar con su novio, después de saludarme me dijo -un tipo por poco y la tira al girar por la calle-
Regrese a mi casa y espere que amaneciera.
A la mañana siguiente Salí a caminar un rato y me encontré con Doña Magdalena (ella es esposa de Don Pedro una de las personas más influyentes del pueblo, aunque no oiga nada y ya pasé de los 90 años.); me platico que iba por el Doctor Luna por que Don Pedro se había puesto una borrachera como hace mucho tiempo no lo hacía y acababa de regresar, me despedí de ella y continúe mi camino, encontré a unas amigas y como siempre querían ir a una fiesta, mejor las deje y me fui a la iglesia.
Al entrar vi a las señoras mayores rezando como todos los días el sacristán y Ernesto barriendo el atrio y el salón parroquial; al preguntarle al sacristán por el padre él me dijo que fue a casa de Don Pedro que le está poniendo los santos oleos (por cuarta vez en el año). Después de saludar a Ernesto fui a los campos haber que podía hacer y pasé junto a la casa de Felipe un antiguo trabajador de mi familia que tenía un pequeño terreno cerca del nuestro.
– ¿Cómo estas Felipe? – pregunte
– ¡Bien Señorita! – me respondió
– ¿Cómo está la cosecha? –
-Mejor que el año pasado-
– ¿No has tenido problemas? –
-Si hace rato-
– ¿cómo? -volví a preguntar
– Vinieron unos tipos que querían que me fuera y como no quise firmarles un papel que me tiran todos los dientes-
– ¿y que paso? –
-Apareció un señor que no había visto por el pueblo y que de dos trancazos los pone en el suelo, me pregunto ¿si estaba bien? y se fue
Ya en la tarde me dirijo a la parroquia para ver al padre Alonso para contar lo sucedido, el solo me contesto – es un comienzo – no pude contarle más porque en ese momento iba entrando Ernesto saludándome y diciendo -encontré esto en la alcancía de San Judas Tadeo –
Nos entregó un sobré con una e escrita el padre lo abrió leyendo la siguiente nota:
-Necesito hablar con la señorita Rubín y con usted, los veré después de la misa de seis en la sacristía-
el padre me entrego el sobré y me dijo – ¿es nuestro amigo ?, tendremos qué espera
Esperamos a la hora indicada la misa se celebró normalmente después de las siete la gente se retiró normalmente excepto por algunas personas de mayores.
-No vino- le dije al padre antes de entrar a la sacristía.
-No lo creo- dijo una voz detrás de mi
Al girar vimos aún joven vestido de traje claro excepto por la corbata y sosteniendo un bastón; —¿halcón? – preguntes, el joven hizo una pequeña reverencia e indicando si podíamos entrar en la sacristía.
Después de pasar empezamos a hablar de los acontecimientos ocurridos desde hace días y la manera en que salen de prisión en tampoco tiempo o jamás pisan la cárcel -si las sospechas que tengo son correctas tendremos noticias desde León para mañana o pasado sin embargo el patrón que hemos descubierto- dijo halcón tomando asiento.
– ¿cuál patrón? – pregunte
Halcón quito la parte superior del bastón sacando un papel, lo extendió sobre la mesa y pudimos ver que era un mapa del pueblo con varios sitios marcados.
-Cómo verán he marcado los lugares donde ha habido los ataques a los campesinos y donde se concentra la mayoría de los ataques ,como verán al principio pensamos que querían la tierra pero no es nada útil en el sentido que no hay ni recursos naturales para explotar como petróleo o alguno de ellos ni tampoco alguna obra de magnitud relevante, ahora porque a ellos específicamente, la gente de esa parte son de las familias más antiguas y numerosas del pueblo, la cosa más lógica que tenemos y es la hipótesis por ahora la más cercana es la que buscan algo entre esta gente pero aquí la pregunta es ¿qué es eso que ya tantas vidas ha cobrado?- dijo halcón sacando un reloj de la bolsa.
Después de recoger el plano nos dio indicaciones que alguien los contactara para avisas del progreso o si se necesita algo más después se despidió y salió de la sacristía, me quede con el padre Alonso pensando en lo que nos dijo halcón.
Salí mas tarde cuando oí los gritos de doña Magdalena que ayudaran a su esposo, corrí con Fernando hasta llegar a la casa de Don Pedro, cuando doblamos la esquina vimos a dos personas sacando a cuatro o cinco de esos tipos uno logro ponerse de pie y salió corriendo; antes que pudiéramos decir algo las dos personas también salieron corriendo, lo único que pude ver de uno de ellos es lo grande que tenía las orejas.
Al poco tiempo llego el jefe del policía acompañado de varios de sus hombres y se llevaron aún inconscientes a esos tipos detenidos, después de despejar la zona y traer al doctor Luna para que revisara a Don Pedro me dijo – tu ven conmigo-
Ya en la comandancia me dijo -sé que tu estas detrás de esto- inmediatamente arrojo un sobré sobre su escritorio con una E en él.
Lo tomé y leí su contenido que decía – Lo veré a las cinco en el puente-, ¿irá a la cita?
-Eso no es todo me llamo Fernández un colega de León y me dijo que esta en custodia el juez Arizmendi por presunta complicidad con esos tipos y varios delitos más y respondiendo a tu pregunta lo pensare- dijo el comandante levantándose de su silla y dirigiéndose a los separos.
