Era el día martes 12 de Febrero de 2020. Era un día normal de trabajo, atendiendo clientes checando pendientes, cuando recibo una llamada, 10:30 am. Hola ¿cómo estás? Estoy en el aeropuerto de Mérida, venimos a visitar a algunos clientes de la ciudad y queremos pasar a tu oficina, ¿estas disponible?
– Claro que sí, les espero.
Ok, llegamos en 20 minutos…
-Bienvenidos, pasen tomen asiento, hay gel antibacterial, tomen un poco ¿Cómo estuvo el vuelo?
-Vianney responde -Excelente muy cómodo, te presento al representante de la cadena hotelera, Mario Vargas, estamos llegando directo de España, eres el primer cliente de la ciudad que visitamos.
Ahhh y ¿Cómo está el tema del Covid, es cierto que está complicado por allá? Mario responde; nada que ver, muy tranquilo, es más la alarma de la prensa que lo que está sucediendo.
Qué bueno, porque se oyen muchas cosas graves, aquí no ha llegado, esperemos que siga su camino… bueno ¿Qué promociones traen la su cadena hotelera?….
Pasan los días, todo normal, llega el día 8 después de la visita de España. Me duele la cabeza, un poco de malestar estomacal, tomo una aspirina, no cede el dolor.
Voy al IMSS. Doctor me duele mucho la cabeza, siento que va a reventar, se me van a salir los ojos, no aguanto el dolor de la parte baja de la espalda. – veo en su expediente que padece Migrañas, puede ser eso.., No doctor, es diferente, la migraña solo me da en una parte de la cabeza, este dolor es más general, de la cienes hasta la nuca. Siento que mi cabeza volará en pedazos nunca me había dolido tanto. ¿Pudiera ser Covid? me pueden hacer una prueba?
-Jajajaja. Esta usted paranoico, no vea tanto las noticias, no hay Covid en México.
-Doctor hace unos días me visitaron de España en la oficina… y allí dicen que si hay.
El IMSS no tiene pruebas para Covid, aun no llegan. Lo que usted tiene es SINUCITIS, sus síntomas es de eso, le voy a dar unos medicamentos para que se calme el dolor.
Nunca he tenido problema por sinusitis.
– YA DEJE DE PENSAR EN COVID.
Pasan 5 días, no mejoro me duelen las piernas, no tengo fuerzas para pararme, necesito ayuda… mientras me cubro la cara con pañuelos, la tos me cansa. Voy a ver a otro médico.
– ¿Tiene temperaturas? NO, Pero me cuesta respirar, me canso al hablar…
– Entonces no es Covid, no tenemos mucha información aun de esa enfermedad, pero aún no hay ningún caso registrado en Mérida. Usted no tiene Covid. debe ser una faringitis mal cuidada. De todos modos la daré 4 inyecciones de dexametasona, le ayudara a controlar la infección y malestares.
– me pone la primera inyección allí misma, en la noche inician las temperaturas 39°, 40° 42° siento que reventaré. muchos escalofríos, mucho dolor del cuerpo, ganas de correr al baño para vomitar, pero no tengo fuerzas para pararme, con ayuda de mi esposa e hijo me logro parar, necesito ir al baño, mis pies siento que se romperán en mil pedazos.
– paso toda la noche sin dormir, no ceden las temperaturas… mi familia preocupada, no recibimos visitas por seguridad. ¿Qué puedo hacer para mejorar? recurrimos a remedios caseros para poder respirar, vaporizaciones y todo lo que hacían las abuelas, para bajar la temperatura, 3 días muy críticos.
– Estoy muy cansado, no han cedido las temperaturas… tampoco puedo hablar, no tengo voz, no tengo aire, me canso, no puedo respirar, mi pecho emite un zumbido al intentar jalar aire, me quiero parar y veo que mis pies han cambiado de color, ¿cenizos? ¿negros? me duelen tanto que quiero llorar… pero si lloro se me va el poco aire que tengo, tengo que aguantar, no voy a permitir que esta enfermedad me lleve; no voy a dejar a mi familia sola, sufriendo. No estoy dispuesto a morir.
Mi esposa preocupada, triste, habla por teléfono con su familia que no vive en Mérida, con mi familia que está en la ciudad, pero que no permitimos que nos visiten.
Estamos aislados, no quiero que otros pasen lo que yo, me esfuerzo por comer aunque no tenga hambre para no debilitarme más, trato de dormir….
Ya pasaron otros 10 o 12 días, las temperaturas han cedido, no la debilidad el dolor, cansancio y falta de aire, hablo poco, lo intento y sigue la tos. Ya va a terminar Febrero, no me recupero y no hay dinero, no he trabajado, mi familia tampoco ha salido por cuidarme y no sabemos cuánto tiempo debemos aislarnos de esto que NO ES COVID. (Según los doctores).
Una noche me sentí tan cansado que me acosté y me dormí muy rápido y creo muy profundo… en algún momento de la madrugada, me sentía tan relajado que escuchaba mi cerebro como sonaba como si estuviera desconectando cables, tic, tic, tic. Mi corazón latía muy rápido y luego sentí como fue disminuyendo poco a poco el latido, sentía frio, un frio agradable, dejo de doler el cuerpo, se relajaba todo, sentía que estaba levitando, no sentía la cama. Pensé, al fin descanso, no siento nada, que agradable, escuchaba el ronquido de mi hijo que dormía con nosotros para estar pendiente, la respiración de mi esposa mientras duerme, no podía abrir mis ojos, pero tampoco quería… me sentía tan ligero, mi corazón iba pausándose… cada vez más y más… y ese frio tan agradable.
Quería quedarme así; no sentir, al fin mi cuerpo descansaba del dolor y cansancio; con los ojos cerrados aunque a oscuras me sentía muy relajado… me llego en la mente la idea de que estaba muriendo lentamente, empecé como a suspirar, sacar un poco de aire me relajaba, de pronto mi cerebro me preguntó… ¿estás listo para morir? inmediatamente respondí, Sí. Si así es morir, sin dolor, sí. Recordé cuando mi mamá que murió en su cama, durmiendo, ella tenía miedo a morir, por eso yo le decía, que no tenga miedo, que descanse, mientras le acariciaba los cabellos le sugerí que cierre sus ojitos y cuando los abra ya no estará enferma, vera que Dios es tan amoroso que la muerte es una provisión para dejar de sufrir; es dormir, es descansar. Mi madre así murió, suspiró cada vez más leve hasta que su corazón dejo de latir.
Si yo estaba listo… seguí suspirando, que rico… estaba muy relajado esperando que pare ese leve ritmo de mi corazón.
De pronto recordé a mi esposa que estaba juntó a mí; también mi hijo; se van a asustar cuando despierten y me vean muerto, no puedo morir ahora. Jale todo el aire que pude, abrí los ojos, mi cerebro me dolió tanto que sentí como una descarga eléctrica. Volví a jalar aire; Me logre sentar, pude ver que mi familia seguía durmiendo.
Agradecí a Dios por permitirme reaccionar, llore y llore como nunca había llorado. ¡Gracias Dios sigo vivo!
Seguí cuidándome en la casa, mejoré. Pero no quedaba bien del todo. Aún así, regrese a mi trabajo.
Pasaron unas semanas, siguen las molestias, el cansancio y dificultad para respirar; regreso al IMSS le explico lo que me ha sucedido en los días previos. (Menos que creí haberme muerto)
¿Sigue usted sugestionado con el Covid? no creo que le haya dado Covid; le daré PARACETAMOL para su dolor muscular.
¿Podría hacerme una prueba?
Aún no tenemos pruebas, lo suyo no fue Covid.
Llegó Abril me duele mucho el abdomen, sigo sin poder hablar fluido, solo palabras cortas para que no se me acabe el aire, voy de regreso al IMSS, Me pide una radiografía inmediata; pero no se están haciendo estudios, ya hay Covid en Mérida.
Por ser urgente me programan los estudios en 3 meses.
– Tiene que dejar de fumar, si no se cuida puede volverse cáncer.
– Maldito doctor. NO FUMO. (eso fue en mi mente)
– No fumo doctor, le digo que he estado con el siguiente cuadro de salud ( mi esposa le explica)
– Hay que hacer una tomografía para verificar sus órganos, tiene todo inflamado.
Como pudimos, conseguimos quien haga la tomografía… detectan cirrosis, una piedra de 3 cm en la vesícula, y algunas más pequeñas en los riñones. ¿Podría estar más salado?
Buscamos otro médico. Necesita una cirugía urgente, su vesícula va a reventar de inflamada… Pero sus pulmones no ayudan, no le puedo operar, puede morir en la plancha porque no ventila lo suficiente, medio pulmón derecho no funciona y el izquierdo se está forzando a hacer el trabajo, primero hay que preparar los pulmones para aguantar la cirugía. ¿LE HA DADO COVID? EL DAÑO DEL HIGADO Y EL PULMON lo ocasiona el Covid, y es probable que el estrés le acelero al daño de la vesícula, que seguro ya lo tenía antes.
Pues yo creo que si me dio, pero los médicos dicen que no. Pero nunca se hizo la prueba, ni anticuerpos, no llegan aún.
Ahora si me hice pruebas de anti cuerpos, y salió positivo… SI FUE COVID, casi me mata.
Recibí tratamiento, me pudieron operar en Octubre, luego reposo, y de nuevo Covid en Diciembre, pero ya a toda la familia. Los tres en cuarentena, pero ahora sí, con tratamiento para Covid, esa vez fue leve. Mi familia se vio un poco más afectada, luego repetimos Covid en Mayo 2021. Todos tenemos ya las 3 vacunas.
No se ha vuelto a repetir ese episodio de esperar la muerte y verlo como un descanso. Ya estamos en 2022 y aún tengo secuelas del Covid que dijeron que no tuve; pero ya es soportable. ¿Cuándo sucederá que realmente muera? no lo sé, no tengo la intención de morir pronto. Creo que hay mucho que disfrutar de la vida.
Historia real de un amigo.
Artículo relacionado: El pánico al virus
[…] tarde, el día aparecía después de una larga noche, mi jornada laboral terminaba iniciando la mañana, recibiendo a las entrevistas de aquellos […]