Alicia pasaba el mes de verano en la casa de la playa de sus abuelos. Le gustaban mucho los deportes, estar en contacto con la naturaleza y esperaba ansiosa esos días ya que era el destino preferido de sus vacaciones.
Al llegar, sus abuelos muy emocionados la reciben, le muestran su habitación que estaba preparada para ella y justamente tiene una ventana con una imponente vista a los frondosos árboles.
Una vez instalada se recostó ya que estaba exhausta por la emoción y la ansiedad de comenzar a pensar en sus actividades en esos días tan esperados.
Luego de dormir un rato comenzó a planear las actividades y los lugares que iba a visitar muy concentrada en sus pensamientos, cuando de repente mira en dirección a la pared lateral y detecta una mancha de considerable tamaño.
Mira nuevamente pensando que todo era fruto de su imaginación, pero… seguía allí. Pensó que era algo muy extraño ya que sus abuelos son muy cuidadosos con la casa y justamente con su habitación. Por lo tanto, comenzó a investigar de qué podría tratarse.
Comenzó a estudiar la mancha de todas maneras posibles hasta que con gran asombro se dio cuenta que tenía forma de cabeza humana con cabello y todo, como si hubieran dibujado una cabeza en la pared.
Quedó muy perturbada, por lo que decidió pegar una lámina sobre ella para no preocupar a sus abuelos, y por supuesto continuar investigando el tema.
Las noches siguientes al siniestro descubrimiento sufrió varias pesadillas que la despertaban en medio de la noche muy sobresaltada y asustada, era de esperarse ya que el episodio tan perturbador estaba todo el tiempo en su cabeza.
Siempre era el mismo sueño, aparece un barco en plena tormenta arrastrado hasta encallar en una playa, en él, se encontraba un anciano de aspecto rudo, muy agresivo, acompañado de una adolescente de unos 14 o 15 años.
La chica estaba muy desaliñada, llorosa y presentaba moretones en sus brazos. El hombre le gritaba, la golpeaba, siempre estaba con una botella de alcohol en la mano. Ella recibía ese trato diariamente a lo que ella respondía con gritos desgarradores de ira, impotencia, eso veía en el sueño noche tras noche.
La última noche que permaneció en la casa la pesadilla empeoró. Ahora, el hombre daba golpes de puño a la chica, la cual toma un palo, que tenían para defenderse en el bote, y esperando que el alcohol hiciera el efecto en el cuerpo endeble del viejo a causa de la gran cantidad ingerida, estaba pronta para defenderse.
Cuando el hombre estaba casi perdiendo el equilibrio comenzó a pegarle en la cabeza con una furia descontrolada, contenida durante tanto tiempo debido a los abusos. Al pegarle estaba sacando todo el dolor que ahogaba su alma y su cuerpo. Luego de dos o tres golpes en la cabeza, al fin cae, inmóvil, impotente, débil, ¡¡muerto al fin!!
Alicia en ese momento despertó, se levantó de un salto y comenzó a levantar la pintura de la pared, se quedando perpleja cuando encontró debajo algo escrito que decía: «Aquí enterré a mi abuelo y cada persona que venga a esta casa conocerá esta historia».
