Ahora resulta que, con los teléfonos inteligentes, queremos llevar el registro de todas nuestras actividades en las distintas aplicaciones que hay disponibles.
Es cierto que hay muchas aplicaciones que efectivamente nos simplifican las tareas. Una de mis preferidas es la que uso para llevar el registro de mis dineros, pues de manera automática me genera los reportes del balance de mis ingresos y egresos, diarios, semanales, mensuales, anuales o como yo lo quiera, incluso me permite visualizar los movimientos por concepto.
Sin embargo, también es justo reconocer que, eso de llevar todo en el celular, tiene el riesgo de que caigamos en la tentación y terminemos perdiendo el tiempo.
El celular: productividad o procrastinar
Usamos el teléfono celular para todo, y algunas veces hasta para hablar con alguien más. Nos acerca a las personas que están lejos y podemos tener cientos o miles de amigos, a quienes no conocemos en realidad… pero nos ayudan para acumular “likes”.
Nos perdemos en las redes sociales, en los memes y en los videos… Ignoramos a los que están en casa con nosotros y, si nos interrumpen, hasta nos podemos molestar.
Tenemos una aplicación en donde apuntamos todas las tareas y proyectos, que finalmente, terminan siendo una lista interminable que, tan sólo de verla nos paraliza y la evadimos… Oh ¡Una notificación de Facebook! Y al darle clic, damos el primer paso para que, sin darnos cuenta, pasemos “socializando” minutos que se convierten en horas, dejando a un lado lo que deberíamos estar haciendo para materializar nuestros sueños.
Papel y lápiz
La mente es ingeniosa pero también celosa, y nos puede dar ideas maravillosas que, si no las registras en ese preciso momento, tres minutos después ya habrás olvidado la genial idea por completo.
El punto es que, al tomar el celular para registrar tu idea, corres el riesgo de caer en la tentación de revisar mensajes o cualquier otra cosa que debería esperar para otro momento.
Si llevas contigo una pequeña libreta y una pluma para hacer esos registros importantes, estarás evitando la tentación de quedar atrapado en las redes sociales, y al finalizar tu día, puedes analizar, depurar y organizar todos esos apuntes que hiciste durante el día, decidir si son temas importantes que te ayuden a lograr tus metas, y entonces, y sólo entonces, quizás puedas dedicar un tiempo (preferentemente programado) para responder mensajes, y darle un vistazo a las actualizaciones de las redes sociales.
