La leyenda de «el Sombrerudo» es la versión mexicana de “La Leyenda del Viejo del Sombrerón” historia muy popular en la guajira de Guatemala. Este personaje se le aparece a quien él ha elegido para conquistar su alma.
Cuenta la leyenda que cuando se les aparece «el Sombrerudo» les causa una conmoción que las paraliza, impidiéndole moverse o caminar para salvarse; además les provoca una gran angustia, miedo indescriptible, e incapacidad siquiera de hablar o defenderse, muy parecido a la parálisis del sueño.
Este ser llamado «el Sombrerón» le transmite en su presa una gran descarga incontrolable de escalofríos constantes a todo el cuerpo, cuando llega a capturar a una mujer en el momento le ofrece riquezas y larga vida; quienes llegan a caer en su trampa ceden ante los ofrecimientos de «el Sombrerón», quien las seduce y una vez que han aceptado el trato las deja abandonadas en sitios muy lejanos a donde inicialmente levantó a la mujer.
Su rostro no se le ve con claridad porque utiliza un enorme sombrero color negro
La leyenda dice que la gente lo describe como un tipo alto, fornido y con un traje elegante de color negro, botones de oro, botas enormes con espuelas de plata. Su rostro no se le ve con claridad porque utiliza un enorme sombrero color negro que cubre parte de su rostro y espalda.
Cuando ha logrado su objetivo este ser se aleja del sitio abandonando a la mujer ilusionada que se queda esperando que le lleve sus riquezas, monta un enorme caballo negro azabache y se va pavoneando por las calles, satisfecho de su conquista.
Cuentan que al irse lo hace en medio de un despavorido aullar de perros que se apartan a su paso, causando terror a los trasnochados que se encuentran a altas horas de la madrugada por las calles.
Dicen que han existido lugareños que en medio de su curiosidad intentan ver el paso de este místico personaje y extrañamente se aplican en los ojos, secreciones de los ojos de un perro, con el cual pueden ver los fantasmas y entidades que deambulan penando por el espacio, sin embargo algunos cuentan que el riesgo es mortal, ya que quien llega a verlo puede quedar atrapado en esa dimensión donde él deambula, a otros les causa tanto terror que lleva su mente a la locura o incluso terminar con un desenlace fatal, causándoles la muerte del tremendo susto.
Los niños no están exentos del riesgo
En esta leyenda cuentan que los niños no están exentos del riesgo, porque quien es atrapado y ha vendido su alma a «el Sombrerón», para liberarse de tal maldición, exige en pago el alma inocente de un niño para lograr salvarse y es el encargado de robar al infante para ofrecerlo como sacrificio a «el Sombrerón».
En el estado de Chiapas por ejemplo, se dice que es el esposo de «la Tisigua» (la mujer con cara de caballo); en donde además sale a seducir a las mujeres por su apariencia alta, elegante y atrayente, y su música junto con una guitarra.
En el estado de Oaxaca, se le conoce también como «el Sombrerudo», quién según los ancianos, es un hombre vestido de charro color oscuro que montaba a caballo por las noches para seducir a las mujeres y llevárselas para nunca más volver.
También aseguran que en los campos aparecía para espantar a los campesinos que iban a trabajar la milpa, aunque fuera de día. Algunos también dicen que es la variante masculina de «la Matlacihua» (la mujer caballo), a menudo, es confundido también por su complexión y elegancia con otras leyendas oaxaqueñas como la de «el Catrín» y «el Charro Negro».
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Bibliografía:
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de Oaxaca». Mitos, Monstruos y Leyendas.
