“En mi época de trailero me sucedieron algunos acontecimientos que no los he podido explicar, los más relevantes fueron tres, el primero que hoy les voy a contar fue más o menos en el año de 1965 o 66. Yo venía manejando el tráiler por la carretera en un lugar llamado Tocalpiche o Tocayuca en el entronque del estado de Hidalgo, (México).
Unos compañero de la misma línea de tráiler venían un poco delante de mí, cuando veo que se paran y se bajan y yo me paré también a un lado del camino para ver que les había sucedido, les pregunté qué era lo que les pasaba y me dijeron que se les había atravesado en la carretera un muchacho joven vestido de blanco, que salió del camino de manera intempestiva, por lo cual no pudieron evitarlo, que por desgracia lo habían atropellado y andaban buscando su cuerpo.
Yo les dije que les ayudaba y junto con ellos me puse a buscar el cuerpo del joven, pero no lo encontramos, cuando revisamos el tráiler no tenía el golpe que habían sentido y tampoco había manchas de sangre ni en el vehículo ni en las llantas ni en la carretera, buscamos a los lados, más atrás, entre los matorrales y por más que buscamos no hallamos el cuerpo.
A un lado del camino nos percatamos que se encontraba una cruz, pintada de blanco
Ellos buscaron entre las llantas para ver si no se había enredado entre ellas, recorrieron la carretera hasta que nos dimos por vencidos y uno de ellos dijo a lo mejor atropellamos a un fantasma y a un lado del camino nos percatamos que se encontraba una cruz, pintada de blanco exactamente por el mismo lugar en donde se les atravesó el joven, pensamos que ahí murió atropellado.
Al ver la cruz se nos puso la carne de gallina, sentimos un viento helado y como si alguien nos observara, por lo que mejor preferimos seguir nuestro camino y así terminó esta historia del fantasma atropellado en el camino”.
Esta increíble historia me la contó el compositor mexicano José de Jesús Castillo, cuyo nombre artístico es “Chucho Castillo” quien entre sus más de 25 composiciones tiene también una melodía de una leyenda y se llama el corrido de “La Novia Errante”.
Esto fue lo que le sucedió a “Chucho Castillo” y a sus amigos traileros, que tuvieron un encuentro con el joven fantasma de blanco.
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