Esta es una leyenda de la comunidad indígena de los Huicholes y se le conoce como la Leyenda del Cerro del Quemado o del Cerro del Amanecer y es considerado el lugar por donde sale el sol tras vencer a los animales nocturnos y a los monstruos del inframundo.
Dicen los Huicholes en la leyenda que en el principio de los tiempos no existía el sol, solo había la luz de la luna, lo cual traía muchos inconvenientes a los hombres, solo había tinieblas, todo era noche y eran atacados por los animales de la noche y en algunas ocasiones por entes infernales del inframundo.
Cansados de los enfrentamientos se reunieron los principales jefes de la tribu, para ver la manera de dotar al mundo de una mejor luz que les pudiera ayudar a mejorar sus labores y los de la comunidad y así poder ver a las entidades que los atacaban durante la interminable noche, fue así que le rogaron a la luna que les enviara a su único hijo que era un muchacho cojo y tuerto.
La luna se opuso por mucho tiempo hasta que consintió al fin, cuando llegó el joven le dieron una vestimenta ceremonial con sandalias, plumas para su cabeza y una bolsa para el tabaco, le dieron como armas un arco y flechas, y le pintaron la cara; después sin que pudiera hacer nada, lo arrojaron en un horno de fuego hasta que quedó consumido.
Tiempo después, el joven resucitó, corrió por debajo de la tierra y 5 días después apareció en el cielo aquel al que llamaron el Astro Rey, el Sol. Cuando esparció sus primeros rayos sobre la tierra, los animales nocturnos como el gato montés, los jaguares, los coyotes, las zorras, los lobos y las serpientes se enojaron mucho y quisieron matarlo lanzándoles flechas que nunca le llegaron.
El calor y los deslumbrantes rayos del sol cegaban a los animales nocturnos y los obligó a esconderse con los ojos cerrados a las profundidades del bosque, a los pantanos y a las cavernas, pero no todos los animales querían la muerte del nuevo astro luminoso, hubo 2 la ardilla y el pitorreal quienes lo defendieron y lo ayudaron a realizar su primer viaje a la tierra.
Ellos lo defendieron, arriesgaron su vida y hubieran preferido morir antes de dejar que le dieran muerte al sol y le pusieron una bebida alcohólica de maíz fermentado conocida como –tesgüino- en el ocaso para que pudiera pasar e irse contento invitándolo al día siguiente a regresar, pero el destino de estos 2 ya estaba echado los jaguares y lobos los mataron.
Y esa, es la razón del porque los Huicholes ofrecen sacrificios desde la antigüedad hasta el presente a aquellos animales héroes que ayudaron al Sol a llegar a la tierra y dan a la ardilla el nombre de “padre”.
La leyenda dice que en el Cerro del Quemado se encuentra el altar sagrado, compuesto por círculos de piedra, en donde se creó el sol y en ese lugar que se encuentra perdido en el desierto y que para llegar a él hay que pasar un profundo túnel y luego una montaña, se continúan llevando ofendas por parte de los Huicholes y se realizan ceremonias tomando tesgüino y comiendo peyote para acercarse a los dioses y recordando la creación del sol.
Bibliografía: El Cerro del Quemado es la meca de la cultura wixárika (mxcity.mx)