Tláloc es uno de los dioses más importantes y famosos de la cultura mexicana, asociado con la lluvia, la fertilidad y la agricultura. Su nombre proviene del náhuatl “Tlalli” (tierra) y “octli” (néctar), por lo que el significado podría ser «el néctar de la tierra».
A Tláloc se le conoce también como el dios de la Lluvia y su nombre también significa: “el que hace brotar las cosas”, es uno de las deidades más importantes en la mitología azteca, venerado por su poder sobre la lluvia y la fertilidad. Se le considera el dador de vida y sustento para los agricultores.
Según la cosmovisión azteca, Tláloc era un dios asociado con la naturaleza y los fenómenos climáticos, es conocido por su facultad para dominar el agua y proveer el también llamado licor de la tierra que contribuía al crecimiento de los cultivos de maíz. Se le invocaba para agradecer su intervención cuando las cosechas eran exitosas en aquellas épocas donde la sequía aparecía y se apoderaba de los campos.
Se dice que para los aztecas, este dios era el rey de los fenómenos atmosféricos y el espíritu de las montañas, así que su poder era digno de grandes honores y sacrificios tanto de animales como de seres humanos pues la comunidad dependía del buen desempeño de estos para la prosperidad de su agricultura.
Según la leyenda, Tláloc era esposo de Chalchiuhtlicue, diosa del agua y del amor, así como de la belleza y de las aguas de los lagos, tormentas, mares y protectora de los navegantes.
Tuvieron muchos hijos, los cuales se llamaban tlalocas, que son las nubes del cielo, ellos eran sus ayudantes y los encargados de esparcir la lluvia en todas las comunidades.
El dios Tláloc era venerado por los aztecas, quienes le ofrecían tributo y agradecían su presencia en la vida cotidiana. Los aztecas lo veneraban el primer mes del año para agradecerle las buenas cosechas que se habían dado y por la lluvia.
A pesar de que Tláloc simbolizaba la prosperidad de la agricultura y, con ello, la prosperidad de la vida y del campo, también tenía una faceta iracunda y destructora. En ocasiones se mostraba destructivo, enviando relámpagos, rayos y tempestades creando peligros en los lagos, ríos y mares. A este dios se le ofrecían sacrificios humanos y animales para aplacar su ira.
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Bibliografía:
Tlaloc: El Dios Azteca de la Lluvia y Fertilidad en la Mitología Mexica – Mundo mitológico (mundomitologico.org)
Tláloc, el venerable dios de las aguas y la lluvia – México Desconocido (mexicodesconocido.com.mx)
Tláloc: La Biografía del Dios Azteca de la Lluvia | Aprende Historia (aprende-historia.com)
Maravilloso, me encantó!