Se cuenta que Cihuacóatl, cuyo nombre en náhuatl significa ‘serpiente hembra’, o mujer serpiente es una figura importante en la mitología mexica y se la considera la recolectora de almas y protectora de las mujeres que fallecen al dar a luz.
También se la conoce como la “madre de nuestros ancestros”, los mexicas.
Además era llamada Quilaztli, Yaocíhuatl (mujer guerrera y amante de los guerreros), Tonantzin (nuestra madre) y Huitzilnicuatec (cabeza de colibrí).
Algunos creían que tenía cuerpo de serpiente y cabeza de mujer, Según la leyenda del quinto sol, Cihuacóatl jugó un papel crucial en la creación de la humanidad. Después de la llegada de Quetzalcóatl y su larga travesía en el Mictlán, la creación de los humanos estaba cada vez más cerca. Cihuacóatl tomó los huesos de los antiguos habitantes de la tierra y los molió para crear a los nuevos mexicas, sus hijos.
Además, se dice que Cihuacóatl traía consigo predicciones de las guerras que estaban a punto de suceder. Cuando estaba próxima la llegada de los conquistadores, ella dio el aviso y lloró por sus hijos ya que estos serían derrotados por los extranjeros. Desde entonces se puede escuchar su llanto y su grito que dice: “Ay, mis hijos”.
Otras versiones narran que la diosa dejó a su hijo en un cruce de caminos y cuando regresó no encontró más que un cuchillo, lo cual le causó mucho dolor y pesar, por lo que lo busca desde entonces.
Cihuacóatl es descrita como una mujer madura con la cara pintada mitad en rojo y mitad en negro, en la cabeza lleva una corona de plumas de águila, vestida con una blusa roja y una falda blanca con caracolillos. En la mano derecha lleva un instrumento para tejer y en la mano izquierda un escudo que hace juego con su corona.
Es importante mencionar que la figura de Cihuacóatl es compleja y su interpretación puede variar. Sin embargo, es indudable que su figura es una de las más interesantes dentro de la cosmovisión mexica.
Además se le considera como el origen de la leyenda de “La Llorona” y aparece en el código florentino de 1540 con el nombre de Cihuacoatl, se dice que fue la primer mujer en dar a luz y se le consideraba la protector a de los partos y en especial, de las mujeres muertas al dar a luz.
Se decía que Cihuacóatl regía sobre el Cihuateteo, que eran las almas de las mujeres nobles que habían muerto en el parto, se decía que se las podía encontrar en los cruces de caminos llorando por sus hijos y a veces se le consideraba enviadas desde el Mictlán, el inframundo. Se creía que sus lamentos anunciaban la muerte de un pariente cercano.
Cuando llegaron los españoles, tomaron la creencia de Cihuacóatl y la modificaron, dando lugar a la leyenda de la llorona.
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Bibliografía:
Cihuacóatl – Wikipedia, la enciclopedia libre
La leyenda de la Llorona “Cihuacoatl” – La Opinión De Poza Rica (laopinion.net)