La leyenda de la mujer de piedra

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Cuenta la historia que en la capital de Zacatecas, una triste mujer se convirtió en piedra de tanto sufrimiento, al llorar sobre la tumba de su único hijo que murió trágicamente en un accidente.

En el panteón Herreras que también es conocido como el panteón de los pobres en la ciudad de Zacatecas, Zacatecas se encuentra la “escultura” de una mujer abrazando una tumba y al mirar su rostro te das cuenta de un profundo dolor que carcome su alma.

Los murmullos de la gente dicen que hace muchos años en ese lúgubre lugar vivió una buena mujer que tuvo un hijo varón que al paso del tiempo fue su adoración, eran tan unidos ya que solo se tenían el uno al otro, así pasaron los años demostrándole su amor, cuando cumplió 6 años ella lo llevaba todos los días a la escuela.

El niño siguió creciendo y se convirtió en todo un joven galán, empezó a salir con sus amigos y se la pasaban parrandeando, ella lo esperaba despierto hasta que llegaba…

Un día llegaron con la triste noticia de que había tenido un trágico accidente, la madre corrió al hospital, pero ya era demasiado tarde, su hijo había partido al más allá.

La madre, lloraba desconsoladamente la muerte de su hijo, no podía creer lo que había pasado, estaba tan unido a él que empezó a visitar su tumba todos los días, se sentaba, platicaba con su hijo y lloraba.

Llegaba temprano al panteón y se iba cuando entraba la noche, ella llevaba una vela para cuando la alcanzaba la noche, se la pasaba abrazada a la fría tumba, extrañando a su hijo y pidiéndole a Dios que la reuniera con él.

Los vigilantes del panteón ya la conocían, le permitían quedarse después de que cerraban el panteón, ella llevaba una vela que ponía sobre la sepultura y desde lo lejos se veía la luz de la misma.

Así pasaron las semanas, que se convirtieron en meses, hasta que un extraño día en el que corría el viento y las nubes estaban oscuras vieron entrar a la triste madre que iba a llorar a su hijo, al terminar la jornada los vigilantes comentaron que no la habían visto salir, por lo que pensaron que ahí iba a pasar la noche como otras tantas veces lo hacía.

Al día siguiente, con los primeros rayos de sol los vigilantes realizaban su recorrido de rutina, pero al llegar a la sepultura del joven se encontraron con una extraña figura de piedra que abrazaba la tumba, el parecido era increíble, se asustaron al ver que era la misma mujer que ellos conocían, su rostro mostraba el profundo dolor que ella sentía.

No se sabe si fue un milagro o una maldición, pero la madre ahora está para siempre junto a su hijo, cuidando y abrazando su tumba… Cuentan que la mujer de piedra emana un calor extraño, como si fuera el de una persona que sólo se encuentra durmiendo.

Dicen también que si dejas flores en la tumba, estas se mantendrás frescas durante meses, no así las que se encuentran alrededor que en pocos días se marchitan por el calor.

Si andas por Zacatecas ¿Te atreverías a visitar en el panteón a la mujer de piedra?

(Esta historia está basada en una leyenda popular de Zacatecas)