La incorrecta interpretación del feminismo. El pasado viernes 16 de Agosto, se llevó a cabo en la Ciudad de México una manifestación de grupos de mujeres que salieron a las calles no solo de esta ciudad, sino en otros puntos del país para exigir justicia a las autoridades sobre los casos de violencia de género y la mala actuación de los gobiernos en la impartición de justicia y en la búsqueda de mujeres desaparecidas o asesinadas.
Hasta este punto, todo iba bien pero los hechos terminaron en pintas, connatos de violencia, destrucción de mobiliario urbano público, automóviles, ataques a reporteros que estaban cubriendo la manifestación, agresiones a policías, comercios bandalizados e incluso daños a monumentos históricos.
Estos grupos, justifican sus actos debido a la nula respuesta de las autoridades sobre los casos de feminicidios que han indignado a la sociedad. En las redes sociales han habido comentarios de todo tipo, desde los que defienden las actuaciones de estas personas, así como aquellos que condenan y reprueban dichos actos.
En mi perspectiva como mujer, no estoy de acuerdo que se lleven a cabo este tipo de acciones violentas que al final del día solo generan más violencia y una total desacreditación de un movimiento que busca apoyar a las niñas y mujeres violentadas.
Es importante que aquellas que acuden a dichas manifestaciones tengan un límite en su forma de actuar, porque el simple hecho de que pinten comercios o destruyan estaciones de transporte público se ponen en riesgo tanto ellas como a los usuarios que acuden a estos sitios. Además, no es válido un movimiento que afecta los derechos de terceros.
Los que son padres de familia, deben de enseñar a sus hijos que la respuesta a los problemas no se encuentra en la violencia, sino en hacer valer el respeto y exigir a las autoridades que hagan su trabajo.
También es importante, enseñar desde casa que tanto hombres como mujeres somos entes distintos, pero si sujetos pasivos que somos blanco de la violencia y por ello debemos de buscar la fraternidad entre todos nosotros para tener una sociedad que conviva en paz, pero sobre todo que haya respeto y equidad entre ambos géneros.
Para mí, el feminismo no es salir a gritar y generar violencia en las calles para exigir respeto, es aprender a respetar y dar el lugar que merecen todas las personas que convivimos en una sociedad y luchar para que las mujeres tengamos más y mejores espacios en la sociedad, sin excluir a nadie sin importar el género.