En el mes de septiembre, el programa “Septiembre, mes del testamento” cumplirá 20 años desde que se puso en marcha por parte de la Secretaría de Gobernación. Dicho programa tiene el fin de aumentar los testamentos en el país, pues en 2012, tan sólo existían 3.7 millones de testamentos registrados, lo cual es muy poco si consideramos que somos cerca de 115 millones de habitantes.
Aunque es una campaña muy importante, sus alcances son muy limitados. Consiste en la difusión de mensajes publicitarios y en la elaboración de convenios con los notarios con el fin de disminuir sus honorarios durante este mes. Desafortunadamente, no hay una tarifa única nacional: varía por estado.
A pesar de eso, debemos considerar que el testamento es un documento necesario e importante, que debemos realizar lo más temprano posible en nuestra vida.
¿Por qué es importante hacer un testamento?
1. Proteger lo que es nuestro. Un testamento da certidumbre, evita que aquello que con esfuerzo logramos construir durante nuestra vida, caiga en las manos equivocadas. Nos permite tener la tranquilidad de que nuestros bienes servirán para lo que nosotros los quisimos tener. Por ejemplo: un hogar para nuestra familia, un negocio exitoso, etc.
2. Proteger a los nuestros. Cualquier padre de familia quiere tener a su familia protegida. Un testamento es un mecanismo de protección para ellos: les da certidumbre y les permite continuar con sus vidas sin preocuparse sobre qué sucederá con su casa o con el dinero ahorrado. Es desafortunado pero existe: mucha gente se pelea por dinero y muchas familias se han separado por problemas de ese tipo.
3. Cumplir nuestros deseos. Cada uno de nosotros tiene ideas distintas. Hay personas que prefieren que sus bienes pasen a una fundación dedicada a atender a niños de la calle o a garantizar el acceso a la educación para familias de bajos recursos. Todas estas ideas son muy nobles, pero si no dejamos un testamento, no habrá posibilidad de que esto suceda.
Recordemos que si no dejamos un testamento, estamos dejando la decisión del futuro de nuestros bienes en manos de un juez, a través de un proceso complicado, llamado juicio de intestado, que podría durar varios años. Además, si no tenemos herederos legales y nadie reclama nuestros bienes, éstos podrían pasar a manos del Estado.
Un juicio de intestado puede ser muy duro para el bienestar emocional de nuestros seres queridos, además de largo y costoso y durante el cual no podremos hacer uso de nuestros bienes (ni del dinero ahorrado).
¿Quieres esto para tu familia? Un testamento lo evita y da el poder de decidir qué sucederá con nuestros bienes cuando lleguemos a faltar.
Realizar tu testamento es una responsabilidad esencial que te permite garantizar el bienestar de tu familia y una pieza fundamental en tu plan financiero personal.