La identidad correcta. La opinión más importante es la que tienes de ti mismo. No permitas que el “gordito interior” te impida alcanzar tus metas.
¿Cuántas veces te has propuesto comenzar con aquella dieta de alimentación balanceada y hacer ejercicio para tener el cuerpo que siempre has soñado, y al paso del tiempo te miras al espejo y notas que no seguiste con tus planes?
Muchas veces mientras preparas una nutritiva ensalada te habla ese “gordito interior” y te dice: -sólo por hoy comete unos tacos y ya mañana empiezas la dieta-.
O cuando ya te dispones para salir a correr, te distraes con la televisión y el “gordito interior” te dice: -más tarde puedes comenzar, hoy disfruta el programa-.
Y entonces te quedas comiendo o viendo la televisión o revisando los últimos memes en las redes sociales y dejas a un lado tus buenas intenciones porque fácilmente te dejaste convencer por ese “gordito interior”.
Quizás al principio del año te propusiste, con mucho entusiasmo, hacer esa nueva rutina para cambiar algunos hábitos negativos y adquirir hábitos positivos, y algunos meses después te das cuenta que no has cumplido con ese compromiso que habías hecho contigo mismo.
Has estado tan ocupado resolviendo el día a día que no supiste cuando perdiste la ruta hacia tu meta.
Quizás el problema esté en la percepción que tienes de ti mismo.
Debes pensar que ya eres aquello que deseas ser para estar identificado y convencido de esa imagen de ti mismo y entonces actuar de acuerdo con lo que deseas ser realmente.
Si desea ser millonario pero piensas como pobre, jamás serás millonario. Si quieres ser exitoso pero piensas como fracasado, jamás serás exitoso.
Fluye e identifícate desde tu interior como la persona que realmente deseas ser.
Y cada que te mires al espejo regálate una sonrisa, y disfruta tu identidad perfecta.
