Para las personas que tienen determinación no existe fracaso posible, para ellos, son únicamente experiencias que nos ayudaran a conseguir el éxito, son caminos equivocados que nos ayudan a comprender la lección para no volverlo a transitar y continuar hacia el camino correcto, el del éxito.
Muchos se preguntan cómo es posible que personas preparadas, con dones, aptitudes y habilidades se queden en el camino, sigan metidos en su fracaso o en la mediocridad del conformismo.
En cambio vemos casos en donde personas menos educadas, poco estudiadas, con pocos o ningún don o habilidad, pero con toda la disciplina y determinación del mundo y alcanzan la cumbre del éxito.
El motivo de muchos fracasos puede ser la falta de determinación, el no continuar nuestro camino, en devolvernos antes de llegar a la esquina sin saber cuánto nos falta por recorrer, otros se quedan inmóviles en el mismo lugar viendo pasar a los demás.
A veces, nosotros mismos nos preguntamos: ¿Cómo nos quedamos rezagados ante la vida viendo como otros tienen éxito y se enriquecen haciéndose de autos de lujo, propiedades, mejores bienes, etc.?
Dónde quedó nuestra actitud de superación personal, porque a veces nos cuesta más que a otros levantarnos después de una caída, de un fracaso en algún aspecto de nuestra vida, tal vez nos olvidamos de dos semblantes importantes que son: la disciplina y la determinación, que es la constancia para seguir adelante a pesar de los días difíciles y los obstáculos.
La vida nos pone constantemente inconvenientes en nuestra vida personal y profesional, tal vez alguna vez alcanzamos el éxito pero nos quedamos demasiado tiempo disfrutando de él que no vimos cuando nos pasó la tortuga con su paso firme y constante.
Puede ser una o mil causas de nuestro letargo o fracaso, pero aquí lo importante es: ¿qué voy a hacer a partir de hoy en adelante?, porque lo que ya transitó en nuestra vida, el pasado, es muy difícil, por no decir imposible cambiarlo.
Veamos algunas sugerencias que nos ayudarán a la superación personal.
Primero:
identificar en dónde estamos, tal vez nuestra vida no sea un completo fracaso, pero tampoco es un completo éxito.
Segundo:
es saber qué es lo que queremos, cuales son nuestros objetivos y metas, porque aquel que no sabe a dónde va, nunca llegará a su destino.
Tercero:
hay que saber que la vida está llena de obstáculos y desafíos, es la forma en que Dios o el destino nos prueban para pulirnos y seguir adelante en nuestro camino.
Cuarto:
siempre que te caigas levántate, asume tu responsabilidad, analiza y aprende de la caída, ten fuerza para afrontar las consecuencias de tus actos y con nuevos bríos sigue adelante.
Quinto:
no te canses de luchar, recuerda que mientras más grandes sean tus sueños o tus metas será más el número de obstáculos que tendrás que afrontar.
Sexto:
cómo diría el escritor de superación personal de los más vendidos en toda la historia, Og Mandino, “Persistiré hasta alcanzar el éxito”, “persistiré, persistiré y persistiré de nuevo…”.
Séptimo:
como expresaría el Director de orquesta y escritor Best Sellers, el español Francisco Navarro Lara: “No podemos permitir quedarnos tirados, hundidos o cansados, sino que debemos de armarnos de valor y de la pasión que tenemos hacia aquel sueño, y pelear una y otra vez por él”. Busca lo que te apasiona, lo que haces con gusto y placer, lo que no te cuesta trabajo hacer.
Octavo:
renueva constantemente tus objetivos, una vez alcanzado fíjate otro más alto, más si por el contrario tu objetivo es irrealizable o inalcanzable en los tiempos y habilidades que tienes en este momento, fíjate uno que sea alcanzable para ti, visualiza el éxito como una escalera y avanza de escalón en escalón. Recuerda que puedes cambiar tus objetivos, no están escritos en piedra. Marca tus objetivos y ponles una fecha para su cumplimiento.
Noveno:
no escuches a los “jinetes del apocalipsis” que te dicen que todo es difícil, que nunca vas a terminar, para que te esfuerzas, no los conseguirás, ya no eres un joven, etc. Escucha solo la voz de Dios y tu conciencia.
Décimo:
nunca te compares con los demás, siempre habrá personas más debajo de donde tú estás y habrá también muchos más arriba, si has de compararte hazlo mejor contigo mismo y busca ser mejor que ayer. No dejes que los demás impidan que alcances tus metas.
Onceavo:
Motívate constantemente y prémiate cuando sea necesario. Ten fe en ti mismo.
Por otra parte, recuerda que cuando descubrieron el templo de Delfos había una frase inscrita en lo alto del templo y decía: “Hombre conócete a ti mismo y conocerás al universo”. Sigue conociéndote cada vez mejor.
Finalmente habrá quien te diga que todo está predestinado, que no importa lo que hagas, más no es así, aún ellos que dicen que todo está escrito en el destino, miran a los lados para cruzar la calle, no son tontos y tú tampoco, esfuérzate y con disciplina y determinación prepárate para alcanzar el éxito.