La vida toda acción tiene una reacción. Se crea o no en ello pasa. Es una ley irrompible, de las pocas incorruptible. Dicho esto, iniciemos con el relato que dicho sea de paso esta historia fue real. En el verano de ese año fue muy extremo, llovía, calor, aire frio lo consecuente del calentamiento global. Era un día caluroso, el sol picaba anunciando próximas lluvias, los perros dormían plácidamente arrullados por el sofocante calor. Repentinamente se oyen gritos de una mujer mayor, no se le entiende lo que grita, sus gritos desaforados no se entienden; hasta que sale de su cueva y el resto de los pobladores alcanzan a percibir palabras como: malditos perros, todo cagado!!!. Ya estoy harta, niños ya vengan a desayunar!!!!.
La mujer estando fuera en el patio común, donde todas las noches se prendía la fogata, seguía gritando y quejándose.
Un hombre de estatura baja, regordete y preocupado por la situación se acerca la mujer y pregunta si puede ayudar en algo, ella repentinamente se calla, lo observa detenidamente por 30 largos segundos e inmediatamente rompe en llanto, un llanto histérico y abraza fuertemente al hombre, este se queda petrificado, sin saber que hacer, repentinamente el hombre se va convirtiendo en arena.
Los presentes corren y gritan histéricos unos chocando entre si, atropellándose y empujándose.
Ya refugiados en sus casas ven con mucha cautela y miedo lo que en el patio común ocurre.
La mujer se queda solo con la cabeza del hombre el resto del cuerpo fué convertido en arena rojiza brillante con un poco de gelatina blancuzca.
Le grita de nuevo a alguien varias veces hasta que por din sale de la cueva una mujer desgarbada, alta, delgada con los brazos y piernas muy delgadas, con un cuello largo y delgado, solo con pocos mechones de pelo grasoso y maltratado, su piel colgaba un poco de los brazos y su rostro era tan pálido que no se distinguían sus facciones al parecer no tenia ojos. Caminaba encorvada y arrastraba los pies dando pequeños pasos y brincos llegando hasta donde la mujer vieja la esperaba con impaciencia.
Mientras la mujer vieja sostenía la cabeza y esperaba a la otra, la cabeza se quejaba y medio pronunciaba las palabras – ¿por qué?!…solo quería ayudar. Arrg!!!. La mujer vieja se limito a contestarle:- la oportunidad solo eso, tuviste mala suerte.
Al llegar la mujer delgada, la vieja le ofrece la cabeza y le grita: – hazlo ya! O no servirá!.
Con extrema torpeza la mujer toma entre sus manos la cabeza tarándola 2 veces, 2 veces que la cabeza grito de dolor y pánico. Acto seguido abrió con su mano el cráneo y se comió el cerebro, los ojos y por último la lengua.
Con la cara llena de sangre y tejido de los órganos engullidos la mujer pega un grito agudo y corre alrededor del patio a toda velocidad, tropezando y cayendo, cada vez menos hasta que cae agotada y en el piso se retuerce sin pronunciar gemido o grito.
Las personas en shock no percibieron que todo esto duro 1 hora, solo miraban por sus ventanas con los ojos desorbitados y algunos tapándose la boca para no gritar, otros con la boca abierta, algunos llorando y otros desmayados.
Al cabo de 1 hora aproximadamente, la mujer delgada se para con cambios radicales, tenia pelo en toda su cabeza, su cuerpo habia ganado masa muscular, tenia ojos muy pequeños y su piel ya no era tan pálida, camino normalmente hacia la entrada de su cueva por la pala que estaba recargada alli y empezø a levantar la arena rojiza brillante poniendola en costales metiendola a la cueva.
Las 2 mujeres sr metieron a su cueva y al cabo de unos minutos se veía un resplandor rojo iluminando la cueva, entonces la noche sorprendió a las personas que vivían en esa zona.
Al día siguiente, temprano al alba todas las personas que vivían cerca de esa cueva maldita se fueron lejos hacia el valle, todos vieron que dentro de esa cueva seguía el resplandor rojizo iluminando la cueva y se oían reír a varias mujeres y niños.
