Este anuncio te conecta a nuestra afiliación en Mercado LibreEs posible que demonios o seres del más allá lleguen momentos antes de morir por tu alma, tal vez por tus pecados o por matar a los seres humanos en la revolución, tal parece que esto es posible si creemos en la siguiente historia que nos llegó de forma anónima a nuestro Grupo de Mitos y Leyendas de Monterrey y del Mundo.
Un vecino de la víctima que fue sacada a rastras de su casa por dos hombres con capas de color negro, nos cuenta lo que vio esa noche de terror.
“La historia que les vengo a contar no sé si solo fue parte de mi imaginación, como dice mi madre, pero así como la viví se las vengo a narrar. Al frente de casa vivía un hombre que se decía había sido muy mal padre y peor esposo, la verdad es que nosotros no lo conocimos antes, porque cuando llegamos a vivir allí ya estaba postrado en su cama, dicen que más de un año pasó así, aunque su hija y esposa lo cuidaban con esmero él siempre las insultaba y a pesar de su condición intentaba golpearlas.
Eran tantos sus pecados en esta tierra, que la vida le estaba cobrando factura
Se cree que este malhumorado hombre, en sus tiempos de juventud fue un revolucionario y tiene varios muertos a sus espaldas, se decía que eran tantos sus pecados en esta tierra, que la vida le estaba cobrando factura antes de que se fuera, esas últimas noches de vida daba unos gritos lastimeros donde pedía que por favor se lo llevaran ya, que lo dejaran descansar, escuchar aquel hombre gritar causaba lástima y terror; lástima porque lo gritaba llorando y terror porque le pedía a alguien que se lo llevara, como si en verdad él viera a alguien y supiera lo que estaba pasando.
Una noche de domingo, llego a casa, vengo de ver unos amigos, cuando decido entrar, escucho y veo venir una carroza fúnebre, jalado por dos caballos negros, algo bien extraño, ya que ese tipo de carrozas no se usan en estos tiempos, a menos que sea alguien bastante excéntrico, pensé que mi vecino podía ser uno de estos y esa era su última voluntad, seguro ya había muerto, me quedé parado ahí al lado de la puerta de mi casa para ver qué ocurría, efectivamente se detuvo frente a su casa.
Lo que vi del cochero me dejó paralizado y aterrado, quien conducía la carroza fúnebre era un esqueleto, ¡no puede ser lo que veo! es algo a lo que no doy crédito, pero es real, otros dos salen de atrás, estos van cubiertos con capas negras y no puedo ver si también son calaveras, quiero correr a casa pero mis pies no me responden.
Él grita que por favor lo perdonen
A los dos encapuchados de negro los veo entrar a la casa, a los pocos minutos salen con él a rastras y digo a rastras, porque él pataleaba para que no se lo llevaran, no puedo entender como un hombre que está postrado en su cama pueda tener tanta fuerza a la hora de querer huir, los dos de negro no hacen ningún esfuerzo, se ve que su fuerza es superior, lo lanzan atrás de la carroza, se suben y los dos caballos arrancan calle abajo, mientras él grita que por favor lo perdonen que le den otra oportunidad.
El esqueleto que conduce la carroza da una carcajada y dice en una voz extraña, de ultratumba y tenebrosa, – tu tiempo acabó-, yo caigo de rodillas rezando por lo que acabo de ver, demoró varios minutos en poder recuperarme, cuando por fin logro hacerlo entró a casa, pronto me meto en la cama y trato de dormir y olvidar lo que vi.
Al despertarme en la mañana, mi madre me cuenta que el vecino ha muerto, algo que yo creía que era así, siento un descanso al creer que la carroza fúnebre era una normal y yo, tal vez, por alguna extraña razón en la noche la había visto diferente, pero mi madre me sigue contando y me hace salir de mi tranquilidad, – aún no llegan de la funeraria a recoger el cuerpo, creo lo harán a eso del mediodía-, es más simple de lo que yo vi, un auto fúnebre negro llega y se va con el cuerpo, al indagar un poco me doy cuenta que el hombre murió más o menos a la hora en que yo entraba a mi casa, eso me hace pensar que lo que yo vi llevarse allí al parecer no fue su cuerpo, sino que fue su alma”.
¿A dónde se llevaron el alma de este “pobre” hombre? ¿Se lo llevarían al purgatorio o hasta el mismo infierno a pagar por sus pecados?
Haznos saber lo que tú piensas, amable lector, en los comentarios.
