En los últimos años hemos visto crecer al cine de superhéroes, hemos llorado con ellos, nos hemos emocionado y sin duda, los bolsillos de las grandes productoras han crecido sin descanso.
Fui parte de eso desde el inicio de estas enormes producciones y por lo mismo no podía faltar al estreno de «Joker», pero al salir de la sala una pregunta resonaba en mi cabeza ¿si hubieran usado a un personaje desconocido la película hubiera tenido el mismo impacto?
Creo, y me arriesgo a ser atacado por la fanaticada, diciendo que no; la historia no es otra que una ya vista en tantas otras obras: hombre contra sociedad u hombre contra sistema, puedo mencionar Taxi Driver y Fight Club como buenos referentes.
Entonces ¿por qué el impacto de este filme? Por la dirección ciertamente no, ya que Todd Phillips aparece muy de vez en cuando y no se siente genuino, como si hubiera visto cine de los 70 y quisiera emular lo conseguido por los grandes cineastas de aquellos tiempos, definitivamente le falta pericia, la (maravillosa) interpretación de Joaquin Phoenix parece llevar de la mano la cámara del director que solamente reacciona ante lo que se está desarrollando frente a él. El trabajo pesado se lo llevaron en postproducción, que sin duda rescata en gran parte a la cinta.
No me meteré con guión porque hay mucho por decir sobre eso, tanto buenas cosas como sus obvias fallas.
Quizás a fin de cuentas, y como la misma película lo demuestra en su desarrollo y en su impacto mediático, la gente termina percibiendo lo que quiere y lo interpreta como su poca o mucha experiencia en la vida le da a entender.
En la película (ALERTA DE SPOILER) vemos a un enfermo mental reaccionar ante una situación de estrés y a toda una ciudad buscando en él al ícono de un movimiento político y social que a él mismo no podría importarle menos; en la vida real, vemos una película generar debate y expectación por medio de un tema y desarrollo que ya habíamos visto antes, pero que suena novedoso “porque no se había hecho en el cine de superhéroes”.
No quiero decir que la película no me gustó, porque la disfruté, pero es cierto que le falta para ser la obra maestra que muchos presumen, es un buen paso dentro del cine hollywoodense actual (aunque retoma cosas de hace años en su búsqueda de innovación), pero no es el parte aguas que marca un antes y después de en la cinematografía comercial moderna.
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