La vida inspiradora de Facundo Cabral, segunda parte

En su adolescencia se encontró Cabral con un vagabundo el cual le gritó: «Adiós príncipe»

¿Por qué me dices príncipe?

• Porque todos somos hijos del rey que está en los cielos

Y de esa manera es como dejó entrar en su vida a Dios, y ya nunca más volvió a separarse de él. Volviéndose una persona mística, y convirtiéndose en cantor, aprendiendo a tocar guitarra, componiendo sus primeras canciones de protesta, lo cual lo obligó a salirse de Argentina y exiliarse en nuestro querido México.

En 1959 a sus 22 años fue cuando inició cantando música folclórica en el bar de un hotel, su primer nombre artístico fue Indio Gasparino. Anduvo con su música llevando siempre mensajes de amor y esperanza. Es importante redactar algunas entrevistas que le hicieron.

¿Eres un soñador?

Claro, si no tuviéramos sueños no seríamos humanos. Yo soñé que alguna vez iba a andar cantando por todo Buenos Aires, Argentina. Y ya llevo 166 países caminados. Yo soñé que era un hombre libre, y lo soy. Yo soñé que iba a llegar a ser un hombre en paz, y en paz estoy. Sin el sueño, sin la utopía no construiríamos. La televisión fue un sueño de alguien.

De hace 15 años a ahora ¿En qué has cambiado?

Imagínate, me crucé con Jesús. Conocí el amor de mujer, tuve una hija y las perdí juntas en un accidente aéreo, un gran dolor que me afectó mucho. Me diagnosticaron unos doctores que tenía 3 meses de vida, y aún estoy aquí. Gané mucho dinero y lo solté para volver a ser libre y no tener cosas. Bañé leprosos con la madre Teresa de Calcuta, una maravillosa persona.

Cuando te cruzas con extraordinarios seres humanos todo cambia en tu interior, ya no crees tener siempre la razón, te dejáis vivir, dejáis que Dios te lleve tranquilamente donde quiera. Dejas de criticar a los demás, yo que fui tan crítico. Aprendí a no molestar a nadie, a no herir a nadie. Los que me llevaban preso en las épocas duras de mi vida, yo no los juzgo, aprendí a poner la otra mejilla, para vivir en paz. Si puedo hacer feliz a alguien, si le puedo recordar que es un ser maravilloso. Antes yo quería hacer una revolución en toda américa, ya no. Ahora quiero cuidar al pajarito que está enfrente, y a la lechuga que ayuda a este cuerpo a funcionar mejor.

¿Vos crees que estas palabras sentidas, las están escuchando los adolescentes?

Por supuesto, porque ellos lo sienten. Alguno debe de estar llorando. A lo mejor a uno de esos muchachos no le dijeron que es un príncipe. Porque somos hijos de Dios y cuando se entera de esa gran noticia, la pobreza deja de doler, no te apuréis porque tienes asegurada la eternidad. No te preocupes si no fuiste a la escuela, o si eres un analfabeto, yo lo fui hasta que apareció un padre Jesuita, cuando estuve preso desde los 14 años hasta los 18 por ser el cabecilla de una banda de ladrones. Quien me dijo que si continuaba peleándome con todos en la prisión, muy pronto estaría muerto. Y me llevó hasta la biblioteca del penal, me enseñó a leer y justo ahí volvía a nacer de nuevo. Porque abrí mi mente por la gran cantidad de libros que pude leer sin parar un solo día.

¿Vos crees que te están escuchando con atención los políticos también?

Si, seguramente con culpa me están escuchando. Seguro que sí, no todos porque algunos estoy seguro que tienen buenas intenciones. Pero yo creo que es una causa perdida la política. Lo dijo Sigmund Freud, hay 3 causas perdidas la política, la educación y el psicoanálisis, que era su invención. La política ayuda a dividir porque es este contra aquel, porque la justicia es armonía de desiguales. Hay una sola cosa que puede salvar al ser humano, que es el amor. Cuando yo escuche a un político que diga yo estudié mucho, me preparé para gobernar un país, porque yo los amo, ese día iré a votar por él sin lugar a dudas.

Hoy se vive una guerra cobarde de las palabras, antes se peleaba de a deberás, se jugaba la vida. Ahora es una guerra cobarde es una especie de simulacro. Me han pedido perdón tipos muy fuertes, quienes me tuvieron preso. El amor hace el milagro, el amor es comprensivo, su tú haces el mal es cosa tuya, no es mi problema. Si vos eres mi novia y te vas con otro, no me haces daño a mí, te estás haciendo mal a ti, porque yo te amo. Ese fue el ejemplo que no dio el niño del pesebre, setenta veces siete, poner la otra mejilla. Qué valor tiene que ames al que te ama, el padre espera que ames al que no te ama. La música es un acto de amor. ¿Por qué cantas? Porque estás contento, porque estás enamorado de la vida y lo quieres compartir.

¿Qué sistema político se amolda más al amor?

No la política no sirve para eso. Tampoco creo que todos tengamos los mismos derechos, porque no todos cumplimos los mismos deberes. Amarás al prójimo como a ti mismo. No pertenezco a ningún partido político pero voy a citar a Perón que dijo 2 cosas extraordinarias: el hombre debe ganar por lo menos lo que consume. Conozco una sola clase de hombres, los que trabajan. Vos tener que ser responsable de vos. Si cada uno cuidara su árbol el bosque sería maravilloso.

¿Te sentís un hombre solitario?

Sí, yo amo la soledad, yo busco la soledad. Y la combino con mi libertad.

¿Siempre amaste la soledad, o un día aprendiste a amarla?

No, me dejaron solo yo me tuve que acostumbrar a ella. Mi padre se fue con otra mujer, un día antes de que yo naciera, mi madre me parió en la calle. Con 6 hijos y yo naciendo en la calle. Donde 4 hermanos murieron de hambre y frío cruzando la Patagonia. La soledad me la impusieron, la soledad, el hambre, la bronca, el frío. Después la vida me demostró que haber empezado por lo peor, fue lo mejor porque lo que siguió era un postre.

¿Tienes resentimiento de eso?

No, mi padre acaba de morir, lo conocí hace poco, nos abrazamos y fuimos grandes amigos.

¿Cuáles fueron las primeras palabras que le dijiste a tu padre, cuando lo conociste?

Mi madre me lo había dicho, vos que caminas tanto un día te lo vas a cruzar. Y cuando te cruces con ese señor, me dijo: cuidado con juzgarlo. Recordar el libro sagrado, honrarás a tu padre y a tu madre. Dale un abrazo y las gracias, porque por el estás aquí. Eso hice, nos abrazamos y le dije, gracias por la amistad de la vida, porque si no hubiera sido por, vos yo no hubiera nacido. El fecundó a mi madre, yo nací y fuimos grandes amigos, y nunca hablamos del tema, ni le reproché nada en absoluto. Y no lo pude juzgar, cuando uno se perdona no juzga. Eso me lo enseñó la madre Teresa de Calcuta, cuando yo me perdoné dejé de juzgar, yo que juzgaba a todos sin excepción.

¿Y qué cosa te da miedo?

No tengo miedo tengo amor, el miedo es la antítesis del amor, el miedo y el amor no pueden convivir, el amor es valentía. Los hombre somos jardineros, la mujer es el jardín, por eso algún día van a tener el poder, y cuando lo tengan la sociedad será más humana. La mujer se entrega a la vida, porque si hay miedo no hay amor.

¿Y hacía donde va el mundo?

Dios sabe, solo él sabe, yo dejo que me lleve. Yo veo grandes cambios, siempre hay cambios porque la vida es movimiento. Me parece que se va a espiritualizar mucho la humanidad. Ahora cambiamos o desaparecemos. Nos va a salvar el espíritu, si no entonces desaparecemos. Si seguimos pensando con la cabeza, eso nos llevará al abismo.

Hay que buscar la sencillez, todo lo demás es muy complicado. Ella era tan linda como yo feo, era tan rica como yo pobre, y además tímido. Pero un día me animé y le dije, te amo, se dio la media vuelta y me dijo, yo también. Le propuse, te daré una vida sencilla, con las cosas que el hombre olvidó. Sin alfombras pero con sonrisas, y los ojos abiertos al sol. Lo mejor de la vida es gratis, no hay pobreza teniendo a Dios, la esperanza será nuestro huésped, teniendo confianza habrá comprensión. Yo te ofrezco la brisa de mayo, las flores de octubre, y todo mi amor.

¿Lo simple nos lleva a la felicidad?

¿Que sientes cuando ves a tu abuela? Se me llena el corazón de alegría. Una margarita en el campo, un pez en el arroyo, un amigo, un café, disfrutar en un parque, cantar una bella canción. Lo simple, la vida es tan simple. Los chinos dicen, cosa extraña el hombre, nacer no pide, vivir no sabe y morir no quiere. Solo se trata de vivir, aquí venimos a vivir. Y la vida está en lo simple, lo complejo es un error. Buen libro es aquel que se deja leer con facilidad en una bella tarde. Las cosas que te emocionen hazlas, desarróllalas, vívelas….. una ducha, un partido de futbol, una buena comida, las estrellas, Dios es simple y se deja ver por todos lados, lo que pasa es que uno lo complica, y quiere explicarlo todo, no lo expliques siéntelo.

¿Los jóvenes se conmueven por estas cosas?

No las conocen, no las buscan, pareciera que el consumo fuera todo.

¿Cuánto hace que vos no lloras?

Yo a diario me emociono. La alegría, la belleza, la inteligencia me conmueven. Cuando leo libros que valen la pena lloro con sus líneas, cuantos más años tienes te vuelves más sensible.

Esta apasionante historia de Facundo Cabral continuará, para deleitarnos con su transitar místico por el mundo. Esperen la tercera entrega de este gran maestro de la vida.

Su amigo Jesús Ocksafardi