Mi vida no es lo que aparenta, al final de cuentas yo decido quién ser y quién no ser; pero lo que pocos saben es que así no soy yo.
Yo soy una chica «normal», si se le podría decir así. No soy solo más que palabras, soy alguien con sentimientos, con únicos sentimientos de verdad.
Pero eso ¿a quién le importa? En serio, en absoluto a nadie, o al menos casi a nadie. No se preocupan de quién soy, se preocupan de cómo me veo; no se preguntan cómo estoy, solo les importa cómo actúo. No se molestan ni siquiera en darme un saludo, simplemente no existo. Sólo sé que yo así vivo.
Nadie cree que tengo un motivo. Si digo algo, si no digo, qué más da… es solo un juego al azar. No sé bien qué es lo que digo, solo digo que estoy bien por que es lo que tanto desean oír, es más, ni siquiera sé qué significa «felicidad». Es un término muy complicado que se ajusta a la realidad de cada quién ante el crepúsculo de un » no sé qué».
Mi agonía y el sentir que me provoca esta angustia al existir son la causa del fracaso y los errores que alguna vez cometí. Eso es algo no tan obvio, pero sé que yo lo haré.
