Es increíble que en pleno año 2020, las personas se asusten cada vez que les digo que soy solterona, sin hijos, heterosexual y felizmente realizada a mis 43 años.
A veces me da mucha risa y otras tantas me enojo, pero la molestia no es por mí, sino por ver la mente cerrada de las personas que crecieron con la ideología de creced y multiplicaos (muy respetable pero hay otras ideas) a mí me dijeron cuando era niña: «Viaja, conoce, disfruta y luego piensas en casarte» aunque nunca me llego ese «luego» porque es fecha que no está en mis planes; jamás jugué a ser la mamá de mis muñecas, por el contrario, mis barbies eran mujeres de mundo, empresarias, y justo en eso me convertí yo (omitiendo el cuerpazo)
No he logrado descubrir dónde está el pecado de no querer hijos, ven más normal que sea madre soltera (no es que no lo sea} a no ser madre, se asustan cuando manifiesto mi falta de agrado ante las criaturas (no me gustan los niños me declaro culpable).
Definitivamente la felicidad va más allá de una relación de pareja o una maternidad, la felicidad está dentro de nosotros; Una mujer se realiza de mil formas, no solo cambiando pañales, sé de muchas mujeres que se quejan de sus bebés o del tiempo que éstos les quitan, se lamentan porque no pueden viajar o hacer cosas que hacemos las solteras, por tener que cuidar a sus niños, incluso pelean con sus padres porque consideran que tienen derecho a cuidar a los nietos mientras ellas siguen disfrutando la vida ¡Eso sí es una verdadera tristeza!
Tan respetable es la mujer que es feliz con su media docena de hijos, como la mamá soltera con un bebé; La divorciada liberada y feliz; El gay que vive en pareja; El matrimonio que solo quiere perrhijos; O la soltera independientemente feliz.
A mi me asusta más una mente cerrada que se espanta con lo que no encaja en su cuadrada vida,
sin poder comprender que todos los seres humanos tenemos derecho a elegir lo que queremos y que los estándares de conductas ya pasaron de moda; Estamos en pleno siglo 21, está de moda la inclusión, la identidad y libre expresión de género, cosas tan penadas en los siglos pasados, tenemos aparatos más inteligentes que nosotros y no nos sorprende pero sí nos sorprende o compadecemos (sí, he visto sus caras de lástima, no lo nieguen) a una solterona realizada.
Habemos personas que decidimos ser fieles a nuestras convicciones de vida y no caímos en cumplir clichés sociales, dejen de preocuparse por nosotros; estamos trabajando en cumplir sueños, yo por ejemplo soy una mujer completa y realizada desde el momento en que desde niña mi deseo fue viajar por el mundo, ser periodista, locutora, actriz y sobre todo libre, sin ataduras ¡Y aquí estoy! haciendo feliz a mi niña interior.
[…] encantaba, cada libro que llegaba a sus manos, era una historia que casi con exactitud me relataba, su soltería me tentaba, era demasiado para una mujer, la cual como muchas tiene una rutina con su familia, una […]