Cuando los fantasmas y espectros asustan a niños, en muchas ocasiones sus padres no les creen, pero a quienes les ha pasado algo similar cuando fueron niños, les prestan mayor atención a lo que sus hijos les cuentan con respecto a hechos paranormales, en estas dos historias que nos llegaron a nuestro grupo de Mitos y Leyendas de Monterrey y del Mundo abordaremos estos casos.
La primera historia
En la primera historia que llegó de manera anónima, su madre se mostró incrédula y simplemente miró de manera aprensiva a su hija cuando le contó lo que le estaba pasando, veámosla:
“Cuando era niña, solía ver la televisión en el cuarto de mi mamá. Tenía el cabello largo que solía llevar hacia atrás. Un día, mientras miraba la televisión, algo o alguien que no sé qué fue estiró de mi pelo y lo aventó hacia adelante, dejándolo justo en mis hombros. Instintivamente, volteé para ver quién lo había hecho, pero no había nadie allí”.
“En un primer momento, pensé que tal vez mi mamá o mi hermana estaban tratando de hacerme una broma. Sin embargo, esto era imposible, ya que detrás de mí solo había una pared. Para llegar al baño, que estaba junto a la habitación, tendrían que haber pasado frente a mí, y las habría visto. No le di demasiada importancia y volví a acomodarme el pelo antes de continuar viendo la televisión”.
Aunque trató de no darle importancia a este hecho de que tiraron de su pelo, no fue así cuando volvió a suceder, lo cual ya aterró a la niña que fue a contárselo a su madre, pero veamos lo que sucedió:
“Sin embargo, para mi sorpresa, sucedió una segunda vez: mi pelo fue tirado hacia adelante de nuevo. Una vez más, miré detrás de mí y no había nadie presente. Apagué la televisión rápidamente y salí corriendo del cuarto. Me dirigí a la cocina donde estaba mi mamá y le conté lo que me había sucedido”.
“Ella simplemente me miró sin hacer ningún comentario”. Aunque no recuerda si después le respondió algo, lo que si tiene presente en su mente fue: “pero sí sé que pasé un largo tiempo sin ver televisión en el cuarto de mi mamá cuando estaba sola. La experiencia me dejó desconcertada y cautelosa”.
La segunda historia
La segunda historia la cuenta Elida González Meza y nos dice:
“A nosotras de niñas también nos asustaban y mis padres tampoco nos creían por eso cuando mis hijos ven algo yo si les creo, mi niño también le pasó algo así, solo que él se levantaba temprano y veía tele en la sala”.
“Recuerdo que ese día era domingo y todos estábamos dormidos” Su hijo como de costumbre se levantó temprano para ver televisión y lo que más tarde supieron fue que ese día… “vio un espectro, era una monja que levitaba, -no tocaba el piso, parecía que volaba- la mujer atravesó la pared y se metió al cuarto de las niñas, a él no le dio miedo y un día viendo una película que se llama cambio de hábito, me dijo mira mama yo vi una de esas, señalándome una monja”.
En ese momento su hijo le cuenta todo el suceso que vivió y lo que había visto ese domingo, cuando una monja pasó volando y atravesó el cuarto en donde él se encontraba, hoy el niño ya tiene 15 años y aún lo recuerda.
Nosotros recomendamos que es importante escuchar lo que nuestros hijos o nietos nos tienen que decir, cuando son niños tienen sus canales perceptivos y sensitivos más despiertos por lo que pueden ver o captar cosas paranormales o del más allá que para nosotros mayormente pasan desapercibidos.
Escuchémoslos, nunca les digas que no les creen a pesar de que su historia sea increíble, verifíquenla que sea cierta y actúen en consecuencia, no vaya a ser que un fantasma los estén acosando desde el más allá.
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