Hace tiempo, viendo un video en YouTube, me salió un comercial que decía eso, que existía una app que te pagaba solo por charlar con “viejos ricos”, sin necesidad de enviar fotos o verse personalmente; que al charlar con ellos podían pagarte una carrera universitaria, renta de departamento, ropa de marca, viajes, etc.
Me sentí tentada, al entrar el enlace y ver un video donde explicaban todo. Quedé atónita de lo sencillo que era. Al terminar dicha explicación, invitaban a comprar “el curso” donde decían el nombre de las apps y como encontrar “viejos ricos” dentro de ellas. El curso estaba dentro de una plataforma que conozco, así que sin miedo al éxito lo compré.
Sé que para vender un producto debe existir un gancho irresistible para el posible cliente, también hay que considerar que debemos tener los pies en la tierra para poder discernir lo que es real de lo que no lo es.
En un inicio te dicen que es solo charlar, pero entrando en su curso te definen que es un sugar daddy y una sugar baby. ¿Imaginas por dónde va el asunto?
Adentrándose un poco más en las lecciones, efectivamente te nombran apps donde los hombres pagan una membresía y tú solo pones tu carita bonita. Hasta ahí solo charla.
Las últimas lecciones terminan siendo las mas hard. Sin pelos en la lengua, apps de citas y streaming de paga, donde el producto ofertado eres tú.
¿Fue lo que yo esperaba? No.
¿Es lo que buscas? Si dentro de tus metas está el ser una sugar baby, déjame decirte que el camino es largo, le tienes que dedicar mucho tiempo a sus apps, ofertarte, buscar posibles compradores de tu contenido y la posibilidad de ser expuesta, dado que necesitan corroborar tu identidad.