Todo matrimonio pasamos por momentos maravillosos y también por otros momentos a los que llamamos “de crisis”. Lo que marca la diferencia es la manera en que cada pareja reacciona a estos últimos.
La convivencia diaria no siempre resulta fácil. Además de que hay muchos factores externos que pueden sacar de balance a cualquiera. Es por eso que el control de las emociones es básico para saber diferenciar cuáles situaciones son para incluirlas en nuestros hogares y cuáles debemos dejar afuera.
Hay errores que tenemos que perdonar para continuar construyendo juntos nuestros sueños. Cuando el orgullo se instala en nuestros corazones, quizá estamos renunciando a poder realizar lo que un día nos llevo a decir “sí acepto”
Amar es más que un sentimiento
Si me besas, puedo sentir que todo mi cuerpo se eriza y estremece… Incluso una simple mirada puede despertar mis mas perversas fantasías o mis primitivos deseos… Y sin embargo, aunque llamamos a eso amor, es tan sólo una reacción química, pero eso, no es amor.
Un mensaje por WhatsApp o una llamada a destiempo, puede cambiar el sentido de mi día y dibujar una sonrisa en mi rostro… Y eso es una manera de cubrir mi necesidad de sentirme amada, importante y protegida… Y será amor dependiendo de lo que te haya motivado a hacerlo, sabiendo lo que me ibas a provocar.
Pero si yo decido procurar tu bienestar sin importar el daño que incluso involuntariamente me pudieras haber causado… Es porque te amo.
Y si yo decido respaldar tus proyectos y brindarte mi tiempo y mis esfuerzos para que juntos veamos materializados tus sueños… Es porque te amo.
Y si yo decido continuar a tu lado y hacer lo necesario para que cada día nuestro sea un día perfecto… Es porque te amo.
Y si yo decido alejarme y darte la libertad que, por el motivo que sea, tú estás reclamando… También es porque te amo.
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