Estás embrujado, ¿Cómo saberlo? (segunda parte)

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Existen ocasiones en que ni siquiera es para ti la brujería y por tan solo pisarla o pasar por el lugar en donde fue echada, te puede afectar de maneras insospechadas, como les pasó a Beto y Manuel que por querer ayudar ya no pudieron caminar.

Este hecho que voy a narrarles sucedió en la colonia Nuevo Repueblo, en Monterrey Nuevo León hace más de 20 años, cuando Beto visitó a Manuel y le dijo que la cuñada de la esposa de su hermano estaba rematando todos los muebles de su casa, que estaba dando bien barato porque necesitaba el dinero.

Sin saber lo que les esperaba, fueron a ver lo que estaba vendiendo la mujer que vivía en una colonia cerca del centro de San Nicolás de los Garza, era una tarde lluviosa de abril, cuando llegaron ambos sintieron algo extraño al cruzar aquella puerta que daba a la sala, pero ninguno de los dos le dio importancia y se pusieron a ver las cosas que tenía, ya quedaban pocos muebles ya que la mayoría los había vendido.

Beto le compró algunos artículos para su casa, mientras que Manuel adquirió una pequeña televisión de 14 pulgadas, de las antiguas, ambos se despidieron y al salir sintieron que alguien los observaba, pero al voltear no había nadie, durante el viaje platicaron y al llegar cada quien se fue para su casa.

Manuel ese día tuvo pesadillas, al siguiente día se sintió muy extraño, cómo que algo o alguien lo seguía y le empezó a doler un poco el arco del pie derecho, pensó que como el día anterior estaba lloviznando tal vez piso mal y se había falseado, por lo que se puso un ungüento llamado Iodex y una venda y se fue a acostar.

Durante la noche del día siguiente volvió a tener pesadillas como si una bruja lo estuviera atacando le encajara una vara en el pie, en ese momento, serían como las 3 de la mañana se despertó con un fuerte dolor en el pie derecho, sentía como si tuviera un carbón encendido en la planta de su pie.

No pudo dormir bien el resto de la noche aunque se había tomado unas pastillas para el dolor, a la mañana siguiente le habló por teléfono Beto y le dijo que no podía caminar que le dolía mucho la planta del pie derecho, ambos tenían la misma dolencia.

Se acordó Manuel de su buen amigo Juan Luna, él había sido médico militar, aunque después de despertar su Don de curación espiritual se convirtió en sanador y además sabía sobar por lo que fue a visitarlo a su consultorio ubicado en la colonia 1° de Mayo en Guadalupe, una ciudad vecina.

Se subió brincando con un solo pie a su vocho blanco, lo acompañó su esposa, al llegar se bajó de la misma manera, por un tiempo estuvieron esperando hasta que le tocó su turno y empezó a revisarlo.

No tienes nada en el pie.- pero es que me duele mucho, has de cuenta que traigo un carbón encendido.

Déjame checarte de manera espiritual le respondió Juan, puso un vaso de vidrio transparente con agua sobre la mesa y en un papel escribió el nombre completo y la fecha de nacimiento de Manuel y con su mano lo llevó detrás del vaso.

Aquí veo que entraste a una casa en donde se le había echado una brujería muy potente, y aunque ya la habían levantado, estaba impregnada en el piso y tú la pisaste, pero ahorita vemos como te la quitamos.

Esa brujería se le echaron a la señora que ahí vive, era para que su matrimonio tronar y su negocio quebrara, se la querían chingar y parece que lo están logrando.

Manuel no se acordaba que había ido a una casa en San Nicolás en dónde compró la televisión, pero al describirle como era, se dio cuenta que efectivamente había entrado a ella y de todo lo que le había pasado.

Párate aquí en el centro le dijo Juan y sacó un bote con alcohol e hizo un circulo alrededor de Manuel, le prendió fuego y empezó a orar y a pedirle a Dios que quitara ese mal y poco a poco en ese momento el dolor desapareció.

Se despidió de Juan Luna y se fue caminando como si nada hubiera pasado, contándole a su esposa lo que había sucedido, al llegar a su casa Manuel le hablo a Beto y le dijo como lo curaron y le pidió que hiciera lo mismo y también se curó.

Y aunque ninguno de los dos creía en esas cosas se dieron cuenta que no hay necesidad de creer o no, pues a ellos se les había pegado por pasar solo por el lugar embrujado, tal vez por esto hay muchos males a los que los doctores no les encuentran causa alguna, porque en realidad se trata de una brujería.

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