Una larga noche, Buffy, un dachshund que salió de un albergue temporal para llegar a casa hace tres años, otra vez fue sorprendido por los efectos de una extraña enfermedad que lo aqueja desde hace algunos meses. Vi su pequeña figura deambular por el dormitorio, sin una dirección cierta, solo movido por unas piernas progresivamente más lentas y torpes. Lo que me queda de humanismo me hizo levantarme y auxiliarlo en cuatro ocasiones, hasta que rendido, se quedó quieto en su cama. El padecimiento crónico degenerativo apareció de manera sorpresiva y se apoderó de su cuerpo y de su vida.
Esta vida loca sorprende, acarrea alegrías y tristezas, sin previo aviso nos lleva al cielo y al infierno.
Inesperadamente hace cambiar nuestra perspectiva y detiene los planes. Ningún ser vivo es inmortal y en algún momento la vida nos envía recordatorio. También los animales tienen fecha de expiración, pero igual que los humanos, no tienen el poder de predecir cuándo llegará el final.
La vida es un carnaval, canción de la autoría de Víctor Daniel, interpretada por la cubana Celia Cruz, nos avienta al deleite y la buena vida, al olvido de las penas y problemas, para entregarnos al gozo efímero. Los malos tiempos pasan y es cuestión de paciencia y sostenerse con espíritu positivo. Hasta ahora, nadie ha afirmado que la vida es fácil y eternamente feliz. Por el contrario, en cada historia personal, encontraremos episodios de caos y angustia, y por supuesto de paz y felicidad.
Esta vida loca, escapa de las sentencias y reglas para vivir mejor, porque en este planeta coexisten abigarrados muchos mundos y en la inmensa mayoría se vive como se puede, no como se quiere. Ese es el caso del México que nos presenta el cineasta mexicano Luis Estrada, en el último de la serie de largometrajes, donde exhibe su particular visión del País, ¡Que Viva México!.
Con un guion escrito por Jaime Sampietro y el propio Estrada, esta nueva farsa o sátira político social del México reciente, no ha sido tan bien recibida como las anteriores, La Ley de Herodes, Un Mundo Maravilloso, La dictadura Perfecta, y El Infierno, una parte de la crítica especializada y la opinión pública, la refieren como la menos afortunada en su historia y desarrollo. En el inicio de los comentarios, se apuntó su larga duración, más de tres horas, son demasiado, un tiempo prolongado por escenas sin sentido, solo para recrear en forma grotesca, algunos vicios y prácticas de los estratos del sótano de la sociedad mexicana.
Por otro lado, la narrativa de la historia, con pretensión de exponer una realidad, pero los autores defienden su idea de haber creado una ficción, solamente para entretener, refleja un ambiente nacional de clasismo y marginación social inapelables. El ritmo por etapas lento y fatigoso, contrasta con el usual de una comedia. Asimismo, si se trataba de exhibir los vocablos más recurrentes del lenguaje soez del mexicano, los guionistas estuvieron cerca de lograrlo.
Para el reparto estelar, Estrada, convocó a sus actores de cabecera, Damián Alcázar, quien interpreta a tres personajes, Joaquín Cosío, que encarna a Rosendito y Reginito, y Alfonso Herrera, en el papel protagónico, y completando el cuadro, la actriz Ana de la Reguera, los cuatro reconocidos histriones mexicanos, que fueron apoyados por otros con trayectoria en el cine nacional.
Desde luego la función fundamental del cine es entretener, no dar clases de moral o adoctrinar masas, sin embargo, se ejerció rudeza innecesaria, si vemos los excesos, con los que se dice, denigran o simplemente no responden a la imagen real del mexicano de este siglo. Para finalizar, en el mensaje político, nadie falta, incluye la crítica aguda y sin sutilezas al actual régimen. Me quedo con la corta y reveladora expresión de esta vida loca, haciendo referencia a la vida loca de Los Reyes del Porvenir, una familia mexicana que en medio del caos, sobrevive, sin renunciar a sus sueños de grandeza. Hasta la próxima.
16 de mayo de 2023
*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.
*Miembro de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura, A.C.
