Siglo XXI es tiempo de mujeres en el mundo entero, se ha fortalecido mucho más el movimiento de apoyo a la equidad de género. Hasta en los países demasiado conservadores existe la inquietud y voces que se levantan en favor de un mayor empoderamiento de las mujeres.
Son ya muchos años y muchas vidas las que se han sacrificado en aras de lograr una concientización de que los derechos humanos son por igual para hombres que para mujeres.
México no es la excepción. Hoy por hoy, los espacios de decisión, tanto en el ámbito administrativo público y privado, en la industria, el comercio, la gobernanza y la sociedad civil organizada, en todas y cada una de las actividades y quehaceres de nuestro país, la visión de un liderazgo femenino, se va cristalizando paso a paso; cierto es que no con la velocidad que se quisiera, pero sí avanzando fuertemente.
Estos argumentos no significan que la guerra irracional entre el «machismo y el feminismo» sea el ideal en nuestra sociedad. No. Pero sí es un llamado de atención para todas las personas que de un modo u de otro son protagonistas de la construcción del presente de nuestro país: los electores, la ciudadanía, los votantes, los actores políticos en todos sus niveles, así como los grupos e instituciones también encaminadas a la política, y a los que se abstienen de tocar este tema porque les parezca escabroso o no les interese.
A todas y todos nos atañe el rumbo de nuestra nación, y sobre todo el presente y futuro inmediato de nuestras comarcas, municipios y comunidades. Seamos constructores activos de nuestro destino en el corto plazo. Seamos participantes, no espectadores indiferentes.
Hoy, más que nunca se necesita darle paso a los liderazgos de mujeres, sí; es prioritario. Esto no puede esperar. ¡¡ES EL TIEMPO DE LAS MUJERES!!
Los gobiernos dirigidos por la mano masculina ya han tenido mucho tiempo (DÉCADAS) para trabajar y construir (y muchas veces «destruir») nuestras ciudades y municipios. Las mujeres debemos tomar conciencia de esta contundente verdad, de que hoy es nuestro momento, de que en nuestras manos está seguir empoderando más a los liderazgos femeninos -que por cierto están muy respaldados con trabajo y resultados indiscutibles- que por lo menos debemos dar el beneficio de la duda a los cuadros y planillas electorales encabezadas por mujeres valientes que se atreven a postularse y presentar su proyecto de trabajo, con ideas nuevas, con más sentido humano, y con visión unificadora y altura de miras.
APOYEMOS A LAS CANDIDATURAS ENCABEZADAS POR MUJERES, VAMOS A DARLES EL «SÍ» Y A RESPALDARLAS CON NUESTRO VOTO ESPERANZADOR.
En todo el planeta las mujeres, con resultados de su trabajo, se van ganando más y más lugares ejecutivos desde donde podrán plantear un mejor futuro para nuestras familias.