De todas las definiciones que encontré, ésta es la que prefiero para la palabra crisis.
“Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados”.
¿Estás en crisis? Entonces significa que estás experimentando un cambio profundo y de consecuencias importantes.
Quizás ya era costumbre que cada dos semanas fueras al cajero automático y pudieras retirar el efectivo que acababan de depositarte, o que revisaras tu saldo para luego de confirmar que ya había dinero en tu cuenta, salieras a hacer las compras y pagos. Tienes tanto tiempo haciendo lo mismo que ya es algo que hacías de manera casi robótica.
Sin que lo vieras venir y sin que nadie te lo advirtiera, sencillamente un día despiertas y, sin saber ni cómo ni por qué, ya no tienes ese acostumbrado depósito… peor aún, ya no tienes ese empleo de dónde recibías los recursos para tu ya automatizado “ritual del día de quincena”.
Muy posiblemente, cómo nunca pensaste que podrías experimentar ese cambio profundo y de consecuencias importantes, tampoco te preparaste teniendo un ahorro ni una despensa suficiente para hacerle frente a esta crisis que sorpresivamente llegó a romper tu rutina.
Y ahora… ¿Qué te queda? ¿Qué puedes hacer? ¿Cómo seguir enfrentando la vida?
La respuesta puedes encontrarla dentro de la misma definición de crisis, que nos dice que ese cambio profundo de consecuencias importantes, se presenta en:
un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados.
Tendrás que cambiar tu proceso diario, buscar otras opciones para generar los ingresos que antes recibías por tu antiguo empleo. Quizás debas cambiar tu situación de empleado a independiente o autoempleado.
Y el cambio principal, que debería ser el primer paso a dar frente a los cambios que implica esta crisis, es la manera en que éstos son apreciados.
Puedes deprimirte, enojarte y tirarte a la tragedia y a la autocompasión (obviamente esperando que los demás también te comparezcan). O puedes levantarte las mangas de la camisa y ponerte a trabajar. Trabajar en tu nuevo proceso, construirte una nueva situación.
¿Qué siempre has hecho lo mismo y no sabes hacer otra cosa? Perfecto, significa que tienes frente a ti la necesidad y la oportunidad de aprender algo nuevo.
En crisis… creces.