¡El viaje de nuestras vidas!…

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El día de hoy les hablaré sobre el “Viaje de nuestras Vidas”. Pero ¿qué significa el viaje de nuestras vidas?, este es el recorrido que hacemos en el transcurso de nuestras vida, todo aquello que vivimos, y sobre todo con quiénes viajamos y a quiénes dejamos en nuestro camino, sobre esas personas que llegan a significar tanto para nosotros, o que nosotros mismos hacemos que signifiquen mucho.

La verdad es que a veces nos sentimos tan solos, hundidos en la tristeza y en la soledad, queriendo amar y ser amados; que cuando alguien aparece nos enfocamos en esa persona y nos entregamos por completo sin imaginar consecuencias, sin ver más allá de lo que percibimos, sin ponernos a pensar en que algunas personas solo van de paso por nuestras vidas.

Y que en nuestro viaje disfrutamos de todo tipo de panoramas tanto tristes como felices, que en nuestro viaje lloramos y reímos, caemos y nos levantamos, odiamos y perdonamos, creemos y dudamos, perdemos y ganamos. Total que en este bello recorrido llamado vida, pasamos de todo y que todo aquello que vivimos nos hace crecer como parejas, hermanos, hijos, padres, amigos y nos enseña lecciones y aprendemos a valorar.

Es más que claro que en nuestra vida muchas personas nos encontramos y conocemos a nuestro paso, y todas de una u otra forma llegan a abordar el tren de nuestro andar, pero es más que obvio que no todas siguen el rumbo en el que nos dirigimos, que no todas han de terminar nuestro recorrido.

Algunas personas tan sólo abordan y bajan rápidamente, algunas otras nos siguen por un poco más de tiempo, pero sólo algunas pocas son las que continuarán con nosotros durante lo que dure el transcurso del recorrido de nuestro tren y son esas personas que de verdad valen la pena a nuestro lado, que de verdad nos aprecian por lo que somos, por lo que ofrecemos, aún con todos nuestros defectos y virtudes.

Aunque existen circunstancias cuando nos encontramos solos, que alguien abordará el tren con nosotros y haremos ese viaje en donde el amor será la clave principal. Pero aunque en ocasiones tristemente hay que darnos cuenta que no todas las personas que conocemos serán parte de nosotros, de nuestras vidas, de nuestro mundo.

Pero claro he de decir que debemos disfrutar junto a esas personas que en su momento nos regalan un poco de su tiempo, de su cariño, su confianza, su ternura, o quizá su amor; gocemos de verdad de cada segundo que nos acompañan, porque hay momentos inolvidables que jamás vuelven a repetirse, amores que jamás volverán a suceder, sentimientos que no podrán volver.

Debemos estar conscientes que existen amores irreales e inexistentes que sólo nos creamos en nuestro corazón y en nuestra mente, conocidos que no deberían llamarse amigos, sentimientos que no deberían existir y emociones destinadas a desaparecer.

Gocemos de verdad siempre cada instante que Dios nos regala porque el amor a veces será tan sólo un pasajero por instantes, que alguien puede llegar y nos enamoramos; pero eso no significa que se quedará, ni que esa persona nos corresponderá de la misma manera o de la forma en que soñamos. Que existen amores que solo van de paso, o aquellos que solo buscan momentos de distracción, pero que nos hacen tener emociones que se deben ocultar, que existen amores que van y vienen, que aparecen y desaparecen así de repente, que nacen y mueren.

De verdad hay que saber que cuando alguien se aleja de nosotros, es porque no estaba destinado a seguir en nuestro recorrido, que por más amor que hayamos dado, por más sentimientos que hayan nacido, no todas las personas piensan lo mismo y algunas personas tan sólo son y serán pasajeros de paso.

¿A quién no le ha pasado que de repente llega alguien a sus vidas y sin querer se convierte en alguien muy importante?, y le adjudicamos títulos que tan sólo en nosotros quedará; que la otra persona no nos ve de la misma manera.

Y claro eso es válido, a veces la soledad, nuestra forma de ser y de pensar nos empuja a crear sentimientos falsos, de repente sentimos de más, de repente el amor comienza a nacer en nosotros, pero sin ser correspondidos, que las atenciones, los detalles, las llamadas, los mensajes, incluso los besos; son sólo eso.

Que en donde no debería de haber sentimientos involucrados, siempre llegan a nacer; que a veces nos es inevitable sentir algo por alguien, suspirarle, pensarle. Pero no siempre seremos correspondidos de la manera en que desearíamos.

Y sobre todo estar conscientes que cuando alguien aparece y sin pensar desaparece, es porque no estaba destinado (a) para nosotros, que esa persona sólo era un pasajero de paso, que otro tren le ha de esperar, que aunque nos despertó sentimientos, no significa que era parte de nuestro recorrido.

A veces claro es mejor poner las cartas en la mesa, sobre quienes llegan a nuestras vidas; para no crearnos sentimientos falsos o sobre la marcha darnos cuenta de la intención de quienes nos abordan durante nuestro andar. Dicen que la sinceridad es lo más leal que podamos encontrar, para no salir dañados.

Y es más que claro que en nuestra aventura, no saldremos ilesos; que tendremos miles de tropiezos, heridas, cicatrices, pero eso no significa que debamos detenernos, al contrario debemos continuar y seguir viajando, y seguir subiendo y bajando pasajeros.

De verdad disfrutemos de cada minuto, como si fuera el último de nuestro viaje; pasajeros subirán y bajarán, pero solo los buenos quedarán. No perdamos nuestro tiempo, que cada vagón, cada pasajero, tiene un significado y que todos aquellos que abordan aunque no todos se queden formarán parte de nuestra historia, que de aquellos que van bajando vamos aprendiendo algo.

Por eso en nuestro viaje disfrutemos de quien sube y se baja en alguna estación, ya que en nuestro andar podremos encontrar de todo a nuestro paso, tanto personas que valen la pena pero que por algún motivo tuvieron que bajar, como personas que suben y continúan causando revuelto en nuestros vagones e incluso descarrilamientos en ese nuestro mágico viaje llamado vida.

Amigos de verdad vivamos de tal manera que cuando llegue el momento de terminar el recorrido, que ese asiento que hoy dejamos vacío deje algo bueno para los que continuarán su camino.

¡De verdad a todos ustedes mis amigos les deseo el mejor de los viajes!…

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