Este anuncio te conecta a nuestra afiliación en Mercado LibreLa historia que les voy a contar me ocurrió a mí «Bruno Sánchez», en el viaje desde mi casa en el campo hasta la ciudad donde trabajo.
Me ocurrió durante varios meses, éste hecho inusual y dejó muchas dudas acerca de nuestra realidad cotidiana y su concepto.
Bastante confundido estoy, espero me ayuden a entender al final les dejo una pregunta para que sientan un poco de mi agonía.
A las siete de la mañana salgo de casa, desayuno por medio y mis inseparables guantes y mi maletín negro rumbo la estación donde tomaba el tren de 7 y 30 llegaba al trabajo a las 9.
El camino hacia la estación unas cuadras de árboles, mucho verde, respirar aire puro esperar unos minutos y sentir el ruido que hacía sobre los rieles, estaba aquí, el que me transportaba, pero ¿a dónde?
Subía un par de escalones y me sentaba, del lado de la ventanilla disfruto mucho mirando el paisaje.
Al fin instalados todos en el tren parte, todo ocurre rápidamente vuelvo a mirar por la ventanilla… ¡todo había cambiado!
El interior del tren muy antiguo, asientos de madera, los pasajeros vestían atuendos de la edad media, los hombres unos trajes extraños y sombreros, las mujeres vestidos largos guantes largos. Miro para afuera el tren iba por rieles sobre un camino de tierra, no daba crédito a lo que estaba ocurriendo me sentía muy aturdido, miraba cada detalle, no pertenecía a ese lugar.
El tren siguió su camino al cabo de una hora y media interminables, llega a destino. Muy nervioso me quedo en el asiento y espero, no sé bien que, no me atrevía a moverme. La gente comienza a descender todos tienen un destino un lugar, quedo detenido en el tiempo, paralizado.
Cuando todos bajaron me levanto muy lentamente, bajo los escalones mirando hacia abajo ¡sintiendo terror de lo que seguía ahora! Para mi sorpresa, al poner los pies en suelo y miro, veo baldosas, levanto la vista, allí están las luces de neón, las calles, las tiendas, los vehículos.
¡¡¡ Estaba en la ciudad !!! por fin en mi ciudad.
Vuelvo a la calma y pienso: ¿el tren viaja a través del tiempo y estoy anclado en esa época? o ¿cuál es la realidad?
Sigo viajando en el tren y aún no sé la respuesta.
