Quién me conoce un poco o mucho; sabe que no soy una persona tacaña y, aunque no tengo el dinero que muchos otros anhelan, cuándo se trata de comer y darse un gustito siempre pagaré sin regatear a la o el vendedor del producto o alimentos.
Y, es que conmigo andarás descalza, pero con la panza llena.
El día de hoy, después de comer un tamal de “aparador”, he pagado el tamal más caro que me he comido, desde que me encuentro en la zona peninsular desde hace ya casi 20 años.
Existen alrededor de 500 tipos de tamales en México
He tenido la oportunidad de radicar en varios estados de nuestro México y poder disfrutar de los diferentes tamales tradicionales que se hacen en cada uno de los lugares en los que he vivido; pero, nunca sentí ningún tamal tan caro como el de hoy.
No soy un experto en tamales, pero recuerdo haber leído que existen alrededor de 500 tipos de tamales en México, ya que estos varían en su forma, ingredientes y sabor, dependiendo de la región e incluso de la ciudad o pueblo en el que te encuentres.
Por ejemplo, cuándo era niño en lo que ahora es llamada CDMX, antes Distrito Federal, el tradicional tamal envuelto en una hoja de elote, con el que se hace la tradicional “guajolota”, nunca se me hizo caro, sería porque yo no lo pagaba, sino mis padres.
Pero, tiempo después ya en mi adolescencia y con un dinero en mi bolsillo, cada vez que disfrutaba de una “guajolota” nunca pensé en pagar tanto.
Por ejemplo, en Torreón, Coahuila; a diferencia de los tradicionales tamales que se preparan en todo el país, los tamalitos laguneros son pequeñas rodajas de masa de maíz fritas en aceite, que además se agrega el guiso de tu preferencia, que va desde frijoles con queso, papas con picadillo, chicharrón prensado, asado o carne con chile, llevan también complementos como lechuga, tomate, cebolla, cueritos, se aderezan con crema y no puede faltar su salsa casera. Muy ricos y baratos.
Así, en el estado de Guerrero, los tamales de carne cruda se posicionan como una auténtica joya culinaria. Estos tamales, reconocidos por su sabor único y su elaboración artesanal, gozan de gran importancia en la gastronomía de la Costa Chica de Guerrero y de Oaxaca.
Ahora, en Yucatán hay una gran variedad de sabores, tipo de envoltorios y forma de cocinarse y podemos encontrar:
Tamales horneados o vaporcitos.
Tamales colados.
Tamales con xpelon.
Tamal de Maculan.
Tamal de chaya.
Tamal Chachacuah.
Brazo de reina.
Pibil ul.
Xma al Ulan waaj, tamales de “hierba santa”.
Chachawuajes
Mucbilpollos
Los colados, destacándose los ”novia” o de “boda”.
Los chanchamitos.
Los joloches.
Cómo podrán observar y aunque no soy experto en tamales, esta doñita que me vendió el tamal, a precio de oro, tiene su puesto de venta en la esquina de la 28 de Julio con avenida Chemuyil, en Playa del Carmen.
En verdad que pueden decirme codo, tacaño, mala paga o lo que ustedes gusten pero se me hizo muy excesivo pagar 40 pesos por un tamal, por eso es la primera y la última vez que compro aquí.
Aunque, desconozco realmente los precios en gastos para realizar el tamal; considero, que 40 pesos es un abuso, a pesar de que están muy ricos.
Ahora que recuerdo…
¡Perdón, perdón amable lector! Ahora que recuerdo… Este no ha sido el tamal más caro que me he comido, ya que hace varios, diría muchos años atrás, ¡¡¡en una noche de copas, una noche loca, me comí el tamal más caro!!!… allá por atrás en el monumento a La Madre en la calle de Sullivan*.
*Sullivan es un punto tradicional de prostitución callejera en la ciudad de México. Los fines de semana, del Circuito Interior al Monumento a la Madre, en las banquetas de esa calle llegan a agruparse cerca de 200 mujeres de diversas cataduras.
