0
Please log in or register to do it.

Deja que los gusanos caigan en el ojo. No siempre se puede evitar esa incómoda sensación, frota tus ojos y seguirás sintiendo el ardor. Ayer se presentó de nuevo ante mi mirada uno de esos Gusanos deprimentes de carne fofa, pero no creas que es peligroso, es de esos del estilo tipo pulga, saltan chupando por dónde pueden, consumiendo todo incluso lo pestilente y jamás crecen, permanecen en el charco discretamente. Tengo una gran razón para escribir todos los días, saber amar a mi pueblo haciendo de esto un premio benévolo. Permitir la sucia, ruinosa y molesta oscuridad ayuda a reflexionar lo escrito, así es como consigo sacarme de encima estos relatos que terminaré vendiendo y seguro haciendo de ellos una lectura en público. Me gusta justificar los actos.

Él no tuvo madre, ella decidió abandonarlo, cambiar todo por un salvaje romance exótico, no se sentía capaz de volver a la basura al día siguiente. A uno de sus mejores amigos en dos ocasiones le pregunté si conocía la historia, al parecer sí. El argumento que le dio su padre fue de muerte, decidió hacerse la muerta y dejar esa vida de dos cebollas en su mesa y el limitado entusiasmo de educar en un infierno y no en un paraíso a su hijo, de cualquier manera terminaría siendo un mezquino. Las personas que se conciben en mala obra tienen una vida corta que no alcanzan a comprender.

Su historia es creer que ella decidió morir meses después de darle vida y dejar para él un nombre, Róscar. Que en el juego de palabras puedes encontrar en ese nombre asco, roca, cosa, rasco. Es el reflejo menor de un adicto que algunas veces para ganar dinero roba y otras trabaja y en su lugar de trabajo roba, pide fiado y desaparece. Recientemente se hizo de un hijo, la mujer le oferto la maternidad, su soledad lo llevo a decir que sí. Quiere ser un buen padre o al menos mejor que el suyo, ese que nunca está en casa, porque su casa es el baño más asqueroso del mundo.

No quiere sentirse mitad hombre y se aferra a su debilidad, la atracción por las mujeres, cada vez que conocé a una nueva, se le pega, se adhiere a su compañía y pelea contra todo aquel que pretenda estropear su movimiento, quiere seguir el juego de los placeres, esa catastrófica adicción lo arrinconó en la elección de aceptar al hijo. La mujer lo convenció, ella tenía otra relación y supo aprovecharse de los dos, pidiendo efectivo, exigiendo la responsabilidad de darle un hogar y no era más que una pelandruja jugando a ganar. En un día de esos paseando la vieron por la calle de la mano del otro, el que se supone es el padre del crío. Recuerdo que Róscar mencionó que pagaría una prueba de paternidad, eso nunca ocurrió. Al final se quedó con el hijo y con la mujer, ella sigue mirando al padre del niño y Róscar trabaja. Esto no es algo para dignificarlo, aún me debe dinero de un trabajo que dejó inconcluso, su atrevimiento fue tan grande que llegó a pedirme espacio laboral y lo hizo mal.

Su labor consistía en realizar entrega de alimentos, trabajo sencillo más no un trabajo para cualquiera, antes de llegar a la primera entrega se le indicó comprar una vinagreta, indispensable para elaborar las órdenes de ensaladas que tendríamos esa noche, el acto comprendía los siguientes pasos:

1. Subir a su motocicleta, acción que al ser propietario de la bestia tendría que ser de fácil dominio en un cierto grado.

2. Llegar al centro comercial, entrar e ir directo a lo que se conoce como pasillo de artículos comestibles, tomaría una botella de vinagreta para poder referir su andar a la caja.

3. Ya en caja el acto común y simple de pagar. Al pagar debes sacar tu cartera, elegir un billete, estirar la mano, pagar, recibir el cambio y guardar el dinero y claro guardar bien tu cartera.

4. Subir a la motocicleta con el artículo guardado en la mochila y llegar al lugar de trabajo entregando lo solicitado.

Esos pasos le fueron dificultosos, Róscar perdió su cartera, no supo en dónde la dejó y mencionó no recordar cómo había pagado en el centro comercial.

Los alimentos para la entrega ya estaban listos, por lo tanto era necesario que él saliera de inmediato a entregar y regresar de nuevo por los siguientes servicios, le entregamos una mochila, fue y regreso medianamente bien, se le dieron las siguientes encomiendas y ya no volvió para pasar la cuenta, ni a dejar el equipo de trabajo. El motivo, tener el disgusto de haber perdido su cartera en horario laboral. La falta de atención a sus acciones nos repercutió perdiendo el dinero de las entregas de esa noche y una mochila para reparto. Al día de hoy él sigue considerando que es el afectado, pero ser una espada blanca significa no tener filo, por eso es que otro macho le hizo el hijo. Aun así, se enorgullece de tener su estilo, mostrar un enfático semblante de pendejismo, técnica que él siempre ha decidido tener para poder pasar por idiotismo sus actos de abuso y falta de carácter.

Ayer intento saludarme como si nada hubiese sucedido, es un gusano en el ojo, es fácil retirarlo, lo único que debes hacer es ir al espejo, abrir bien el ojo e introducir una afilada aguja, pinchar al gusano y dejarlo caer en el lavamanos. El peligro es para ellos, sí, para los gusanos, el riesgo de su existencia es no saber que son esa gente inútil que poco a poco morirán de hambre sin saber qué hacer.

Paternidad Literaria

TrodosMercado 2023

Fragmento del Libro Gusanos en el Ojo

La importancia de las máscaras
Cómo procesar la ausencia de un ser querido

Reactions

0
0
0
0
0
0
Already reacted for this post.

Reactions

Nobody liked ?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GIF