¡Qué bien! Carlos, mi dueño, está organizando su agenda para la próxima semana y ahora yo podré ayudarle a cumplir con sus compromisos.
Durante mucho tiempo, estuve arrumbado en el olvido, dentro de una caja en el garaje. No le hacía falta pues ahora, con su nuevo celular, tiene mil sonidos y alarmas para recordarle sus citas y todas sus tareas y compromisos. ¿Por qué habría de necesitarme?
Parece que hoy en día ya nadie recurre a un reloj viejo, y quienes nos conservan, casi siempre es porque somos algún recuerdo familiar.
Recuperando mi lugar en tu hogar
Hace unos días, mientras mi dueño hacia limpieza, me encontró por casualidad. Me sacudió y limpió con dedicación cada parte de mi.
Me puso pilas nuevas y pude notar su alegría al comprobar que aún funciono, con precisión inglesa, y que anuncio en punto de la llegada de cada hora con un cálido sonido que le trajo recuerdos de una infancia feliz.
Ahora que Carlos ha conseguido un nuevo empleo, programó mi alarma principal para que suene en punto de las cinco de la mañana y luego me colocó en la pared, justo a un lado de su cama.
Organizando la semana
¡Muy bien! Desde aquí puedo observar el plan de trabajo que Carlos está preparando. Revisemos, paso a paso, como organizaremos cada una de las veinticuatro horas que cada día tenemos.
Su agenda contempla un tiempo para ejercitarse, tomar una revitalizante ducha y un nutritivo almuerzo… ¡Perfecto! Todo parece ir muy bien.
También está considerando el tiempo que debe dedicar a su nuevo empleo, la visita a un amigo y la carne asada en casa del abuelo.
Un tiempo para pasear al perro, otro más para hacer aseo, y un poco más para leer y también para ver alguna película y un par de videos.
Tiempos que deberías considerar
¡Oye! ¡Espera Carlos! Sólo contamos con veinticuatro horas al día, se te está olvidando considerar en tus tiempos dejar algunos espacios libres que son necesarios para el diario vivir.
¿Qué pasará si en el trayecto, hacia el trabajo, algo te retrasa para poder llegar a tiempo? Quizá deberías darte un margen de quince minutos más…
¿Y si al salir a pasear al perro te entretienes saludando a algún vecino? Ese tiempo también lo deberías contemplar.
Además, olvidaste acaso que sacar la basura cada tercer día también tomará un poco de tu tiempo, y perdón por entrometerme en tu intimidad pero… ¿cuánto tiempo necesitas para ir al baño cada día? Y más aún, si eres de los que entra al baño y se entretiene revisando sus redes sociales en el celular.
[…] conforme las manecillas del reloj prosigan circulando con su tic-tac, un servidor mantiene que, con una sonrisa, las cosas siempre […]