El rapto (parte 4)

Mientras tanto Tania despertaba de un desmayo prolongado.
Aturdida y con el cuerpo adolorido observa a su alrededor, no conoce el lugar, es una habitación con solo la cama, una mesa, una ventana que da a una pared, y un pequeño baño.

Intenta ponerse de pie; pero no tiene fuerzas, le duele todo, tiene algunos moretones, y su parte intima… muy dolida… se da cuenta que fue violada, quien o cuantos, no sabe. Llora y se pregunta dónde está Fernando.

Con esfuerzo se pone de pie, llega a la puerta e intenta abrir, no puede, está cerrado por fuera, entre llantos y gritos pide que le dejen salir, que alguien le ayude… solo se oye la voz de una mujer que le dice “Cállate que nadie va a venir por ti, nadie escucha aquí”.
– Por favor ayúdeme, no conozco a nadie en París, solo vine de vacaciones… por favor.
– Si, si ya se… eres recién casada, estas de Luna de Miel, no tienen dinero… ¿por qué crees que estas aquí? Tu esposo te vendió para que él pueda regresar a México.

Cuando escucho eso no sabía que creer, ¿Fernando la vendió? ¿Él era culpable de lo que le hicieron?
Tania en total desconsuelo, cae de rodillas sin fuerzas ya, solo podía llorar.

Se recupera lo más pronto que puede y empieza a recorrer con la mirada alguna ventana, puerta o por donde huir, no hay nada. Se deja caer sobre la cama a llorar… (No sabe cuánto tiempo hasta que se duerme de cansancio).
De pronto la despiertan con un vaso de agua en la cara… Despierta, báñate que ya vas a empezar a pagar tu hospedaje, que nada en esta vida es gratis. Allí tienes tu ropa en 30 minutos vengo por ti. (Fueron las instrucciones que le dio un señor ya mayor, 70 o 75 años) se retiró sin esperar respuesta ni pedirla. Solo se escuchó el cerrojo de la puerta.

Como autómata se para, va al baño, su mirada perdida se ve al espejo sin ver, se desnuda y entra a la regadera, se baña frenéticamente, tratando de quitarse las huellas de la violación, llora, grita… no hay quien le escuche, no hay quien le ayude.

Pasan los 30 min y llegan por ella, ella sentada en la orilla de la cama, con la ropa que le dieron, entallada, corta sexy, pero no lucia con su semblante triste, demacrado, la llevan del brazo casi a jalones, ella sin poner resistencia. La llevan a un cuarto donde lo que había era lo obvio, una cama, un buró y una jarra con agua, entra una mujer de mediana edad; le da unos toques de maquillaje, sombras y lápiz labial, solo para que no se vea tan mal.

Inmediatamente que sale esta mujer entra de nuevo el señor setentón, van a venir unos clientes, atiéndelos como atendiste a mis amigos anoche y luego hablamos de tus documentos, cierra la puerta de un golpe, ella solo atinó a levantar la mirada ¿documentos?

Entra un señor maduro que solo la ve con lascivia y morbo, empezó a tocar su entrepierna mientras se acercaba a ella, la acaricia, besa su cuello, se acerca a su boca, ella se levanta rápidamente y suplica que no le haga daño, él se acerca y le dice que no le hará daño, el solo quiere amor… la abraza con fuerza y continua su tratamiento; besos, manoseos, y la lleva a la cama… Afuera solo se oye sus gritos y su llanto mientras están dando paso a otros hombres en otras habitaciones, en un lugar semi obscuro, con luces tenues, música de mal gusto en tono bajo, ya por hacerlo sugestivo a los clientes, o para mantenerlo oculto al exterior.

Fernando llega con los policías al lugar que está en renta… tocan la puerta, abre un señor ya de la tercera edad: – ¿En que le puedo ayudar comandante?
– Necesitamos información de quien le rentó el departamento que ocuparan en 10 días.
– ¿Quién le dio esa información?
– Eso no importa, necesito hablar con quien hizo el contrato y a nombre de quien está hecho.
– Es con mi hijo, pero no está… debe regresar más o menos 1 hora. Pero que sucede, ¿hay algún problema? ¿Se cometió algún delito?
– Eso dependerá de a quien se le haya rentado… esperamos a su hijo, ¿Cómo se llama su hijo?
– Gilberth Moreau.
Llego el Joven al edificio, -Buen día caballeros, ¿sucede algo papá?
– Quieren información de las personas que rentaron las oficinas que abren en unos días.
– ¿Cómo que necesitan saber? Las rentas se hacen legalmente, hay contratos y pagos correspondientes.
– No tiene que ver con los pagos o contratos, solo queremos saber el nombre de quien renta el lugar, para saber si se relaciona con algunos delitos que estamos investigando… -comento el policía.
– ¿Delitos?, si permítame (se va apurado por los papeles).
Al regresar checa, no se hizo presencial, mando el comprobante de depósito por 4 meses de renta adelantados y pidió se le envié las llaves a un apartado postal. Su nombre es Dorian Bonnet- el policía toma nota, checa datos y se retiran agradeciendo la información.
– Pues Fernando, usted escucho, hay un nombre, pero usted no tiene el nombre de quien contrató a su esposa. Lo más que puedo hacer es ir al apartado postal y preguntar si ha recibido algo o cuánto tiempo tiene de uso ese apartado. Voy a ir, cualquier dato útil que surja le marco a su celular; Por cierto usted ¿ya marco al celular de su esposa?
– Si he estado marcando, pero está apagado. Seguiré insistiendo.
Al día siguiente habla al policía, y pregunta si hubo algún avance…
-Nada nuevo, el apartado postal lo reservo recientemente; no se ha usado. Lamentablemente no tenemos nada. Lo que haremos es mandar un comunicado para difundir la imagen de su esposa. Esperamos que alguien la haya visto.
-¿y qué hacemos? Pregunta Fernando

– No podemos hacer nada, no tenemos información, no hay nombres, ni direcciones… solo queda esperar si alguien le contacta a usted.

En su cuarto; Triste en repasa en su mente los detalles de la entrevista de trabajo, caras, muebles… de pronto se pone de pie, toma sus llaves su abrigo y sale apresurado, regresa al lugar de la entrevista… toca desesperado la puerta,
Nadie abre, va a la oficina principal y en la puerta está el guardia que le había ayudado.
-Por favor déjame entrar de nuevo, creo que hay algo que me puede ayudar.
–No puedo ¿Qué pretexto doy al jefe para que me dé la llave?…
– dile que estoy interesado en rentar, por favor… (El guardia lo piensa un poco) – Voy a intentar…
Regresa con las llaves,
-Vamos, luego me das algún teléfono para que te registre como interesado en rentar.

Rápidamente Fernando entra y va directo a la oficina principal de nuevo vuelca el bote de basura y revisa, toma todas la invitaciones y algunas revistas. Las checa, las invitaciones son para diferentes eventos y fechas, pero todas en el mismo lugar. DESFILE DE MODAS A BENEFICIO DE…., COCKTAIL PARA RECAUDACIÓN DE FONDOS…., NUEVA TEMPORADA DEL DISEÑADOR ALEMAN ENGEL ADLER… pero todos en la MANSIÓN DE MADAME SOPHIE BELMONT, checa la dirección, le pregunta al guardia si está lejos, y asiente con la cabeza; guarda las invitaciones en su ropa, todos los eventos son en la noche, 8 en punto. Así que le da tiempo de ir a cambiarse y llegar. Agradece al guardia, y se va apresurado, una leve esperanza de encontrarla se ha presentado.

Nota relacionada: El rapto (parte 1)