Hace un par de años un familiar estuvo internado en un hospital por algunas semanas, desde la sala de urgencias, pasando por terapia intensiva, luego a piso, en donde están la mayoría de los atendidos. La familia nos turnamos las 24 horas para cuidar a nuestro enfermo.
En un hospital no se descansa, siempre hay actividad, y me llamó la atención que quienes más tiempo pasan en el nosocomio, no son los médicos responsables de las áreas de trabajo de acuerdo a sus especialidades, son los médicos internos quienes trabajan jornadas de verdad maratónicas y son los que menos ganan, en muchos de los casos. En otros, no les pagan nada, porque esta labor es parte de su desarrollo como médicos.
Jornadas inhumanas
Uno de esos días llegué por la mañana y al ver al médico encargado de la salud de mi familiar, le dije: ¡madrugó, médico!, a lo que replicó: no he terminado mi turno. Sentí tristeza: es un abuso que les hagan trabajar tantas horas y mal pagadas. Un profesionista no puede rendir con todo su potencial si las condiciones físicas y económicas no le impulsan a mejorar. Con el cansancio acumulado después de 16 horas de trabajo están expuestos a cometer errores, no es ético, exprimirles así es cosificar su profesión, a su persona, es violar un derecho laboral, las jornadas laboralmente son de 8 horas.
En cualquier otro centro de trabajo, los empleados o colaboradores -como se les llama ahora- si permanecen en su área de trabajo por necesidades pertinentes al mismo, se les pagan horas extras y en algunos casos, otras prestaciones, ya sea en instituciones de gobierno o la iniciativa privada. Es un abuso el que hacen con los médicos.
Nos debemos a ellos
Hay dos rubros que, en mi opinión, son la columna vertebral de un pueblo, esto son: salud y educación. A falta de ellos, un pueblo perece. Si el gobierno, a través de las instituciones de salud, esclaviza a los médicos residentes, con el argumento de que no hay suficiente personal, entonces debe mejorar las remuneraciones, aunque, cabe aclarar, que hay miles de médicos sin un trabajo y se les complica ubicarse, ya que muchos consiguen plazas por amigos o familiares. No es ético, es abusivo, no es posible que un médico tenga a su cargo la salud de una cantidad de pacientes que rebasan su capacidad humana para atenderles como es debido.
Tras el paro nacional de médicos residentes en decenas de hospitales, sus demandas deben ser escuchadas y darles el lugar que como profesionales de la salud merecen. Es necesario que les hagan justicia en jornadas de trabajo, en remuneración y en garantizarles un trabajo seguro una vez concluidos sus estudios académicos. Es justo.