Él venía de Pachuca hizo una parada con su tráiler en el camino, pasaba de la media noche y de la nada apareció una extraña neblina y surgió de ella una misteriosa mujer vestida de blanco, se abrazó de una cruz, al mirarla noté que no tenía expresión en su rostro, su piel estaba completamente pálida, me di cuenta que se trataba de un fantasma.
La siguiente historia que estoy a punto de narrarte me la contó en una entrevista mi amigo el compositor Jesús “Chucho” Castillo, el creador del corrido “La Novia Errante” y muchos más, en una época en que recorría los caminos de México como chofer de tráiler.
Chucho Castillo nos cuenta: “El Lobo del Camino”, así me llamaban cuando andaba de trailero, esa vez me tocó detenerme en una parada de camión como a las 3 de la mañana para hacer mis necesidades fisiológicas, yo venía de Pachuca Hidalgo y me sucedió algo increíble.
No tenía expresión en su cara
A un lado de la parada del camión estaba un arco de material y en medio una cruz blanca, como las que ponen cuando alguien es atropellado y muerto en el lugar, cuando yo me bajé no había nadie, pero al momento de subirme estaba una señora vestida de blanco abrazando la cruz.
La señora estaba recargada en una tumba y abrazaba la cruz, pero era muy extraña, no tenía expresión en su cara y como que había neblina a su alrededor, como que algo se transparentaba, la seguía viendo, yo estaba extrañado, aunque no tenía miedo sí sentí que un aire frío recorrió mi cuerpo y la piel se me puso chinita, chinita. Al subirme al tráiler y prenderlo, ya no estaba, no había para donde se fuera, la mujer de blanco había desaparecido y por más que la busqué no la encontré.
A algunos pocos seres humanos les pasa que pueden ver los fantasmas en el mismo lugar en el que murieron ya sea por algún accidente, atropellados o asesinados, como sucedió en ésta leyenda del fantasma que abrazaba la Cruz.
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