Mi nombre es Juan Montes. He tenido muchas experiencias con lo paranormal, como la parálisis del sueño, sueños lúcidos y desdoblamiento corporal, entre otras cosas. He pasado por muchas situaciones extrañas.
Las veces en las que no tengo trabajo, salgo en las madrugadas a juntar latas de aluminio, metal y plástico para venderlos y traer algo de dinero para comer, etc. Una de tantas veces salí con mi perro Nero a juntar latas. Llegamos a una esquina y desde lejos se veían muchos perros, pero uno en especial era de color negro.
Mi perro brincó al triciclo y me dio miedo, luego me dio risa y dije: «¡Qué perro tan asustadizo!». Cuando ya estábamos cerca de los perros, solo quedaba el perro negro, y noté que era más grande de lo que parecía desde lejos.
Mis piernas se doblaban de puro miedo
Pasé a su lado, me dio un escalofrío, y mi reacción fue voltear a verlo. Vi que tenía los ojos rojos como lumbre. Mi perro estaba llorando, mis piernas se doblaban de puro miedo, me paralicé, y el perro comenzó a reírse.
Como pude, comencé a caminar hacia mi casa, que estaba a 5 cuadras de distancia. Eran las 3 AM. El camino se me hizo eterno, y seguía escuchando al perro reírse en todo el trayecto. Lo extraño era que pasaba por cuadras que me parecían desconocidas, casas abandonadas sin luz, todo estaba en penumbras, y había una que otra casa destruida como si estuvieran en ese estado durante muchos años.
Era el mismo recorrido que solía hacer, pero algo había cambiado. Mi perro saltó del triciclo y salió corriendo llorando. Sentía el miedo en mi espalda y sentía al perro detrás de mí, pero no quería voltear.
En lugar de eso, vi que una señora pasó por ahí y se detuvo. La vi venir hacia donde yo estaba y me preguntó si me había pasado algo porque me vio asustado. Le dije que un perro intentó morderme y me asusté. Ella preguntó cuál perro, volteé y no vi nada. Luego, regresé la vista y la señora ya no estaba.
No supe cómo llegué a casa, pero ya era de día, eran las 8 AM, y estaba fumando un cigarrillo. Me pareció extraño porque no fumo. Desde entonces, ni de noche ni de día paso por ese lugar.
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