Si comentamos que el Estrés es el resultado de ciertos factores externos que tensionan tanto física como emocionalmente al organismo . Y que en la vida diaria, el objetivo es controlar esos momentos estresantes que padecemos, desde los más pequeños hasta las grandes catástrofes que nos afectan profundamente,¿ por dónde empezar? Apuntamos hacia la observación. Como primer paso de una investigación básica, que nos permite obtener información para poder comprender y analizar la realidad del contexto en que nos desenvolvemos.
Auto-observarnos para saber qué estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo y cómo reaccionamos ante esos factores externos que nos tensionan. Al observar nuestra reacción, podemos atender mejor a ese estimulo, dando una respuesta más adecuada . Se trata de no reaccionar inmediatamente a cada estímulo, sino primero de observarlo, y observar la respuesta que genera en nosotros y entonces dar oportunidad a la mente de manejar nuestra respuesta, de tal forma que sea “conveniente” para nuestro bienestar.
Cuanto más practicamos esta observación y demos más espacio entre los estímulos externos y nuestra reacción, mejor responderemos.
¿QUE TE ESTRESA?
Enumera en el día en cuantas situaciones percibes estrés.
Empieza por observar la primera, si, aunque suene raro, identifica cuál es la primera situación de tu día que te mueve de tu equilibrio y hace descontrolarte.. ¿Cuál es?…Toma conciencia del momento presente. Describe la situación, pregúntate y responde a las cinco preguntas elementales: ¿qué? que pasó.. ¿cómo? cómo se originó esa situación ¿cuándo? cuando fue respecto a mi condición anímica de ese momento, ¿dónde? lugar donde se desarrolló ese momento y ¿por qué? cuál fue el origen de ese momento. Analiza, ubicándote en el momento presente, observa tanto el origen como tu reacción . Date cuenta …y.. ¡ya lo tienes! Fuiste consciente de ese momento estresante, observaste, y es aquí, donde se inicia el control de tu estrés. Practícalo. Continuamos…
