Todos hemos pasado por momentos difíciles en la vida, y es normal buscar apoyo y comprensión en nuestros seres queridos, incluso en redes sociales, hasta a veces nos atrevemos a buscar en algún nuevo conocido (o total desconocido), un oído que esté dispuesto a escucharnos. Sin embargo, hay personas que no saben cómo brindar ese apoyo, y en lugar de escuchar y mostrar empatía, aprovechan cualquier oportunidad para hablar de sí mismas y de sus problemas, como si fueran los únicos que sufren en el mundo.
Estas personas son egoístas, son narcisistas, son tan insensibles ante el mundo, que no les importa lo que los demás sientan o necesiten. Solo quieren llamar la atención y recibir lástima, y para ello, minimizan o ignoran el dolor ajeno. No son capaces de ponerse en el lugar del otro, ni de reconocer sus propias fallas o responsabilidades. Siempre se victimizan y se quejan de todo, pero nunca hacen nada para cambiar o mejorar su situación.
Nadie quiere estar cerca de alguien que solo habla de sí mismo
Estas actitudes son muy molestas e irrespetuosas, y generan rechazo y distancia en los que los rodean. Nadie quiere estar cerca de alguien que solo habla de sí mismo, que no escucha ni se interesa por los demás, que siempre se compara y se cree superior o más desdichado que nadie. Estas personas se quedan solas y amargadas, y se convierten en un círculo vicioso de negatividad y queja.
Yo no puedo ni quiero convivir con este tipo de personas, porque me agotan y me frustran. Prefiero rodearme de gente positiva, que sabe valorar lo que tiene, que se esfuerza por superarse y ayudar a los demás, que sabe escuchar y compartir, que respeta y se alegra por el bien ajeno. Estas personas son las que me inspiran y me hacen crecer, y con las que me siento a gusto y feliz.
