El destape, una historia cualquiera

Nadie sabe con certidumbre cuándo llegarán los cambios en las sociedades, algunas veces somos simples espectadores o bien sin remedio nos subimos al tren de la evolución. A fines de los setenta, cursando los últimos semestres de la carrera de Derecho, en la Universidad Veracruzana, la más prestigiada del Estado y del Sureste Mexicano, mi situación de estudiante entró en una especie de relajamiento.

En grupo o con los amigos de más confianza, los cuates pues, se hicieron frecuentes las visitas a bares, a salones de eventos donde se hacían las fiestas de bienvenida y con otros fines para estudiantes.

En esa época aparecieron las primeras discotecas como nuevos espacios o lugares de ambiente para jóvenes.

La ciudad, estigmatizada como conservadora por la marcada influencia religiosa, vivía una temporada de apertura, quizá forzada ante la llegada continua de migrantes procedentes de metrópolis como el Distrito Federal (Ciudad de México) y de otras poblaciones de Veracruz o Entidades del Sur de la República, que aspiraban con la mudanza a vivir en ambientes más liberales, aparte del buen clima y la oferta cultural.

Los efectos de la gran ola del destape no era casual, el mundo experimentaba cambios, no solo en la ciencia y la tecnología, también en el plano económico y por supuesto en el social.

España se encontraba en ese proceso de renovación, después de vivir una etapa obscura y de represión durante la Dictadura de Francisco Franco, en el que imperó el conservadurismo.

Fue precisamente ese fenómeno de liberación de la sociedad española, ocurrida en la segunda mitad de la década de los setentas, que se conoce como “El destape de España”, dejando atrás, la censura y demás agresiones a las libertades individuales y sociales.

Por su parte, México, ya en la trayectoria de los gobiernos civiles, y con un vecino poderoso e imperialista, no evitó su influencia o injerencia en la ruta de la economía y en la cultura, esto último se vería reflejado en la adopción del estilo de vida americano por las más relevantes clases de la sociedad nacional, estilo que seguía al pie de la letra, el modelo del liberalismo social y económico, en auge durante las décadas finales del siglo pasado.

En la provincia mexicana, no con la misma velocidad e intensidad de las grandes ciudades del País, también se vivió y se hizo visible este ciclo de transformaciones sociales, se estaba abriendo la puerta a otras formas y expresiones individuales o grupales, que después se conocerían como la pluralidad y la diversidad.

Fue para la sociedad xalapeña, envuelta en una atmosfera conservadora y religiosa, con la complicidad de su clima húmedo y frio, una experiencia ardua y compleja, lentamente se fueron acomodando con sus atávicas costumbres y tradiciones, otras prácticas, otras situaciones de vida, que ya existían en la clandestinidad o llegaron procedentes de otros lugares, que iban adelante de la Capital Veracruzana, en desarrollo e innovación.

Con esa pequeña referencia les comento, que en esas andanzas nocturnas de estudiante, la banda de amigos fuimos a parar a un “lugar de ambiente” y de moda de esa época. Estaba ubicado en el vecino pueblo de Coatepec, se llamaba Sirocco Discotheque, que ofrecía además de tragos y una buena pista de baile, un alucinante Show Travesti, digno de cualquier centro nocturno del Puerto de Veracruz o la ciudad de México, con derroche de profesionalismo y producción. El lugar estaba abarrotado, principalmente por xalapeños, que escapaban de la censura y la crítica social, para respirar los nuevos vientos de la tolerancia y la diversidad. Esa fue una experiencia personal que ahora comparto y la recuerdo cuando escucho la canción “Can´t Take My Eyes Off You”, en español (No puedo dejar de mirarte) escrita por Bob Crewe y Bob Gaudio, del género Pop, Jazz y Pop Rock, publicada en 1967, catalogada como una de las más versionadas de la historia, y cuyo primer interprete fue Frankie Valli, en ese mismo año. Hasta la próxima.

Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.