No existe ninguna lógica para esta historia en donde en un hotel había en un cuadro un fantasma que estaba encadenado y no podía liberarse de su eterna prisión, hasta que llegamos.
Es raro, pero después de mucho tiempo había salido de vacaciones con mi familia y andábamos visitando algunos estados del centro de México, no recuerdo bien si fue en San Miguel de allende o en Querétaro en donde sucedió esta aterradora historia.
Llegamos a la recepción de un hotel, era antiguo, tal vez del tiempo de la colonia, tenía arcos y sus muros eran de cantera, pero fue algo que llamó llamo profundamente mi atención, enclavados en algunas paredes había varias figuras de ángeles, como que fueron puestas ahí de manera simbólica para proteger el lugar.
Fuimos a registrarnos, pero un grito nos hizo voltear de manera estrepitosa, era un mujer que se levantaba rápidamente de una silla muy antigua, su cara estaba asustada, se agarraba con sus manos el cuello y decía
¡Es cierto, es cierto!
A su alrededor había un grupo de personas, algunos reían, otros tenían cara de susto y se alejaban de la silla, sin querer nos fuimos acercando a ver qué era lo que pasaba y vimos a un botones explicando: “todo aquel que se siente en esta silla y vea el cuadro maldito del encadenado, va a sentir sus manos en su cuello tratando de ahorcarlo, pero no hay nada que temer solo hay que levantarse rápidamente verdad, volteando a ver a la joven mujer de cabellos rubios que se acababa de levantar gritando, ella asentó con la cabeza, ahora les voy a contar la leyenda”.
Señaló a la pared de enfrente en donde se encontraba una chimenea y sobre ella un extraño cuadro de un hombre con unas cadenas en sus manos… “Él es Juan y trabajó en la construcción del hotel, vino del sur con su familia, acababan de tener un hijo, alguien le dijo que había trabajo en este lugar y se vino inmediatamente a ocuparse, ni siquiera se acordaron de bautizar a su bebé”.
Antes de que se construyera el hotel la gente decía que aquí se juntaban por las noches las brujas a hacer su aquelarre, los pueblerinos apuntaban que en éste lugar se miraban círculos de fuego por las noches, se reunían grupos de lechuzas y hasta animales que al llegar se transformaban en humanos.
Joaquín era un hacendado muy rico que venía de España y que hizo su riqueza transportando esclavos, compró estas tierras y no le importó lo que decía la gente y empezó a hacer en este lugar este hermoso hotel colonial, pero las cosas no le salieron como el esperaba, hubo gran cantidad de dificultades que hacían que no se prosperara en la construcción, la gente decía que este lugar estaba embrujado y muchos salían para no volver.
Enojado por el retraso y por la falta de trabajadores, Joaquín mandó traer al brujo del pueblo, quien dicen se puso en contacto con las brujas y le dijeron que solo lo permitirían si les daba un alma pura, por lo que el hacendado mando que se robaran al hijo de Juan, al cual ofrendó para el sacrificio.
Al regresar a su casa Juan encontró llorando a su mujer que le dijo que solo se acostó un rato y al despertar ya no encontró al bebe, por lo que agarró su machete y fue a buscarlo, al andar en su búsqueda vio en el cielo extrañas bolas de fuego que venían de diferentes lugares y se dirigían al lugar en donde se encontraban construyendo el hotel, por lo que decidió seguirlas. Al llegar se acercó sigilosamente y se escondió detrás de un árbol, observo que alrededor de una hoguera se encontraban bailando al ritmo de tambores varias hembras y que las bolas de fuego danzaban y al caer al suelo se convertían en bellas mujeres, habría como unas 10 y seguían llegando, serían alrededor de las tres de la mañana.
Al poco tiempo se dio cuenta que una de ellas cargaba a su hijo, en eso siete unas manos que lo toman de la cintura, aunque lo sorprendió no grito y se dio cuenta que era su mujer que lo había seguido, le tapa la boca y le dice que no haga ruido.
La bruja levantó en brazos al bebe rumbo al fuego, realizando algunos conjuros y poniéndolo en una pequeña mesa de madera y a un lado había un lienzo en blanco, algo decía la matrona en un idioma extraño que Juan no podía entenderle, pero lo que si comprendió fue cuando la bruja mayor traía una daga y la levantó justo frente al pecho de su bebe, fue entonces que no pudo contenerse más y saltó con su machete abriéndose paso entre las mujeres a las que iba macheteando.
Saltaron brazos, piernas, cabezas de las brujas que iban cayendo a su paso, la bruja mayor se apartó y en ese momento tomó a su bebé y le gritó a su mujer María salva al bebe, ella lo agarró entre sus brazos y empezó a correr, las brujas trataban de impedírselo pero juan con su machete las descabezaba.
Entonces dicen que la bruja mayor lanzó un conjuro y de aquel lienzo en blanco salieron unas cadenas que aprisionaron a Juan arrastrándolo hacia aquel cuadro.
María logró salvar al bebé e inmediatamente lo llevó a bautizar con el cura del pueblo, mientras que de Juan no se volvió a saber nada, hasta que extrañamente un día apareció el cuadro del encadenado en la chimenea del hotel junto con esa silla antigua y aquel que se sienta en ella es ahorcado por Juan el encadenado.
Y hoy en pleno 2023, en el siglo XXI que todo es tecnología estábamos escuchando la leyenda, mi mujer como es incrédula dijo “Yo no lo creo, voy a sentarme a ver si es cierto”, aunque quise evitarlo ella ya estaba sentada, #Ya ven, no siento nada” y apenas acabo de decir la frase cuando hecho un grito de desesperación y se llevó las manos al cuello, #Me está ahorcando y muy fuerte”.
Inmediatamente el joven botones intentó pararla, pero no pudo, por lo que otros hombres intentaron en vano de ayudarla, ella gritaba Miguel ayúdame, yo no sabía qué hacer, tampoco pude pararla, desesperado miré al cuadro y lo arrojé al piso y todos empezamos a ver como salían las manos y llegaban al cuello de mi mujer.
Les pedí ayuda a Dios y a mi tocayo el arcángel Miguel, la intuición me hizo tomar una espada que se encontraba exhibiéndose en la pared del lado derecho de la silla y una voz susurro a mis oídos y le dijo golpea el cuadro y repite “Desatando amarres, rompiendo cadenas, yo soy el Arcángel Miguel, quien como Dios para detener este mal amén”, al momento de atravesar el cuadro vimos salir al fantasma de Juan, grité bendice esta espada Señor y atravesé el cuerpo de aquel hombre que tenía un rostro terriblemente desfigurado.
Para ese entonces todo era gritos y confusión, la gente corría, el botones trataba de detenerme, pero yo seguía con mi cometido, vi caer al hombre fornido al suelo, la sangre rodaba por el suelo, mi esposa pudo levantarse, su cara ya estaba poniéndose morada por el estrangulamiento, lanzo un suspiro, tomo una gran bocanada de aire y dijo “Gracias Dios”.
Volteamos a ver al fantasma, la sangre había desaparecido, él se levantó y yo me protegí con la espada, el levantó sus manos en señal de paz y me dijo, muchas gracias, acabas de romper la maldición que esas brujas me pusieron hace siglos, ahora mi alma podrá descansar.
Ante la vista de todos, sorprendidos y asustados vimos como una luz muy blanca bajó del cielo y lentamente se fue elevando Juan por ella, hasta desaparecer, se volvió a escuchar en todo el hotel Gracias por liberarme”.
Tome a mis hijos, a mi esposa y nos fuimos a descansar, más tarde me desperté en mi recamara y no sé todo parece que fue un sueño, que digo sueño… Una pesadilla.
Esta historia está basada en un “sueño” de Miguel Ángel Marroquín Garza, se los compartimos y esperamos que nos dejen sus comentarios.
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