0
Please log in or register to do it.

Era el 24 de mayo de 1993, ese día empezó la historia de persecución del villano más famoso del México actual. Joaquín “el Chapo” Guzmán ya era un criminal consumado en ese año, dueño de la ruta comercial que va desde Panamá hasta la zona fronteriza de Tijuana, sin embargo, un único y específico crimen cambiaría el destino del rey del crimen.

La persecución se desató con el misterioso asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quien iba a recibir al nuncio Prigione en el aeropuerto. El vicario murió en medio de una balacera entre los Arellano Felix y el Cartel de Sinaloa, cuando los primeros confundieron a Posadas Ocampo con “el Chapo”, esa fue la verdad oficial, pero había bastantes incongruencias.

Prigione había sido un peón en los movimientos del Vaticano, el gobierno de Salinas de Gortari y el narco; por otro lado, al cuerpo de Posadas Ocampo no se le practicó una autopsia por orden de Carlos Salinas de Gortari, según declaró Mario Rivas Souza.

Pero algo sí quedó claro después, el 9 de junio en Guatemala: Joaquín “el Chapo” Guzmán sería el chivo expiatorio de la coincidencia o de la “caja china”.

Un taxi surcaba el país, huía de Guadalajara, donde el hombre santo había muerto. A bordo iba «el Chapo».

El 10 de junio, un operativo de la Policía Judicial Federal cercaba las calles de Chiapas. El líder de la mafia huyó a tierras guatemaltecas, sólo para que después lo capturara la Guardia de Hacienda.

Sin embargo, no hubo cooperación internacional que evitara la fuga del capo el 19 de enero del 2001.

Un día después de la fuga, el subsecretario de Seguridad Pública, Jorge Tello, dio a conocer que «el Chapo» escapó en un carro de lavandería. Después se supo que recibió la ayuda de aproximadamente 70 cómplices.

Visitadores de la CNDH determinaron que «el Chapo gozaba de beneficios, entre ellos: mujeres, alcohol y drogas, a parte de que pudo financiar narcotúneles en la frontera norte. Años después, este capítulo sería recordado como la primera mancha del sistema penitenciario de máxima seguridad mexicano.

La causalidad
Libertad de expresión; Censura y violencia

Reactions

0
0
0
0
0
0
Already reacted for this post.

Reactions

Nobody liked ?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GIF