Cuentan los ancianos que en los siglos de oscuridad, una gran bestia asolo el oeste, una criatura milenaria que no tenia compasión por nada ni nadie, el miedo se apodero de la gente de ese lugar, iniciando un éxodo sin un destino final.
Nadie se acercaba a sus dominios sin un permiso, aquel que entraba no se le volvía a ver, varios valientes de distintas regiones fueron a combatir contra aquella bestia, ninguno volvió, se cuenta que varios años después uno de ellos regreso pero ya no era el mismo, se había vuelto loco, deliraba todo el día (hablaba de moustros grandes e inmortales, del horror de ese lugar y de una extraña mujer llamada Lilit), por desgracia murió tiempo después.
Un granjero de un pueblo cercano al oír la historia tomo la decisión de exterminar a esa bestia, pero no podía hacerlo solo, así que tomo unas cuantas piezas de pan y una cantinflora emprendió el viaje en una carreta -dentro de esta oculto entre la leña, llevaba varios cofres con oro y piedras preciosas, pieles de diversos animales y un cofre con una hierva que usan los chamanes-, en Dirección a York.
Le tomo cuatro largos meses llegar de Glasgow a York, enseguida se hospedo en una posada llamada “King Wolf”, tomo un tarro de cerveza y descanso unas horas, por varios días estuvo buscando a alguien que le ayude, pero nadie quería, algunos pedían lo doble que le ofrecían, otros no querían viajar, otros daban otras excusas, pero nadie quería ayudar.
Pasaron varios días y el granjero se sintió desilusionado, pensó -¿Qué nadie era lo bastante valiente para enfrentarse a ella?-, al parecer hablaba en voz alta porque un niño se le acerco y le pregunto:
¿Por qué esta triste señor?
¡Niño eres muy joven para entender lo que me pasa! Respondió el granjero.
Pero señor usted no conoce a la gente de este lugar. Dijo el niño.
¡No tengo el placer de conocerla!, pero eres joven y lo entenderás pronto. Respondió el granjero dirigiéndose a su carreta.
Conozco a alguien que puede ayudarlo.
¿Crees que el podría hacerlo?
Por supuesto e oído que puede acabar con cualquier cosa, fue entrenado para eso.
¿Lo conoces?
Si ¡es mi hermano!
¿Dónde lo puedo ver?
Esta en la posada tiene un chaleco de lana y tiene el pelo rojo.
Se dirigió a la posada, al entrar busco a alguien con esas características; en una mesa encontró a tres personas jugando, una de estas personas tenia el pelo rojo era un tipo alto de unos 29 años, parecía soldado, sonreía cuando ganaba o perdía, parecía que no le tenia miedo a los retos.
Cuando la mesa quedo vacía (excepto por el pelirrojo) el granjero se acerco a ella, se presento como Ricardo.
-¿En que le puedo servir?-dijo el.
-¡He escuchado! Que usted es un gran cazador.- respondió Ricardo
-¡Si lo soy! Pero no es divertida la cacería-respondió dándole la espalda.
-Pero esta presa es algo especial-
– ¡Es igual! he cazado todo tipo de animales-
-Pero le pagare-
-No me interesa-
-¡Esta bien! Pero Lilit, ¡es muy interesante! –
Al oír esto se incorporó pidiendo dos cervezas.
-Hablemos- dijo sonriendo. –
-Si acaba con ella le pagare dos cofres de oro, dos mas con piedras preciosas y otro con pieles-
-Solo déme las pieles y el oro, también déme dos costales con heno-
-¡Es un hecho!
-Si, espéreme mañana afuera de la posada- respondió levantándose de la mesa y arrojando un doblón en la misma.
En la mañana antes que el sol saliera, Ricardo salio y encontró al cazador ensillando a un corcel blanco.
Lo saludo y dijo sonriendo-¿Cómo caza? ¿Con arco y flecha?-
Pero la sonrisa se le borro del rostro cuando sintió un frio filo en su garganta, cuando giro su cabeza vio con espanto que tenia la hoja de un sable listo a degollarlo.
-No me gustan las bromas, pero llámeme Rodrigo- dijo guardando el sable.
Partieron a toda velocidad, a los pocos días llegaron a Tickhill, cerca de la ciudad un grupo de ladrones les cerraron el paso, uno de ellos con una cicatriz en su rostro les ordeno bajar.
Rodrigo desmonto y se acerco a el.
-¡Tengo prisa! Así que quítate- exigió Rodrigo
-Esto no es broma, así dame tus cosas-
-Te lo advertí- respondió Rodrigo sonriendo
Inmediatamente el ladrón se desvaneció, -tenía un puñal en el estómago- Rodrigo lo había apuñalado, inmediatamente los otros se lanzaron contra él; debajo de sus ropas Rodrigo saco su sable respondiendo al ataque, inmediatamente mato a uno de los ladrones, a otro le corto la mano los últimos huyeron, pero el ultimo que estaba en el campo de batalla combatió hasta la muerte.
En un bosque cercano acamparon, Rodrigo curo sus heridas, Ricardo se intrigo con el (nunca vio a alguien pelear así) el heno que pidió era para su caballo.
A la luz de la fogata Rodrigo prepara sus armas, con un polvo que le dio un comerciante fabrico unas pequeñas esferas guardándolas en un saco, con varas de los árboles, piedras pequeñas y cuero, fabrico unas saetas guardándolas en su aljaba, por ultimo saco una pequeña bolsa de terciopelo; tomando de estas tres pequeñas piedras –eran runas-, había consultado su suerte al parecer fue buena por que sonrió.
Retomaron el rumbo hacia Hereford, al cual llegaron en 15 días, cerca de ahí se levantaba un bosque muerto (nada tenia vida las aguas, las plantas, los árboles), se dirigieron a la entrada del bosque Rodrigo desmonto al ver que Ricardo no lo seguía le pregunto:
-¿No vienes?-
-No voy- respondió
– ¿Por qué? –
-Vástagos-
Rodrigo bajo de su caballo, recogió unas cosas de la silla (su saco, una ballesta y la aljaba), le dio las riendas del corcel a Ricardo, acaricio a este se echo el saco al hombro y entro al bosque.
El bosque paresia de piedra, cada árbol estaba muerto; no tenían hojas en su lugar las ramas eran unas filosas estacas, varios animales y personas estaban empalados en ellas.
Cuando recorrió parte del bosque emergió de la tierra un ser horrendo, parecía humano, la piel se le caía a pedazos, sus ojos parecían un agujero, el ser dio un horrible grito y salto sobre Rodrigo, inmediatamente este reacciono tomo la ballesta y disparo, el ser cayo al suelo muerto, pero se oían mas gritos en todas direcciones – ¡vástagos! – expreso corriendo bosque adentro, de repente se vio rodeado por decenas de vástagos, recargo la ballesta, desenvainó el sable preparándose para pelear, inmediatamente se lanzaron sobre él; Rodrigo dio varias estocadas y cortes a quien se acercara, habían caído varios pero por cada uno que caía llegaban dos con mucha dificultad recargaba la ballesta, pero eran demasiados, Rodrigo tomo su saco y sustrayendo del interior de este una de las esferas, la arrojo hacia un grupo de ellos, un fuerte tronido se escucho y caían pedazos de vástagos por todas partes, eso no los detuvo arrojo otra para abrirse camino, cuando esta estallo corrió nuevamente hacia el bosque, todavía se oían los horribles gritos de los vástagos.
Llego al centro del bosque en el estaban las ruinas de un gran castillo, en el suelo había varios cadáveres de distintas personas algunas con armaduras, cuando se acercaba al castillo una de estas se levantó tomo un mandoble y se ubico entre el castillo y el.
-Soy Gerion guardián de la puerta, nadie puede pasar sin la autorización del ama.-
-Quiero ver a tu ama- exigió Rodrigo
-No, pero si me derrotas podrás-respondió Gerion observando a los muertos.
Rodrigo acepto el desafío; colgó el saco y la aljaba en un árbol desenvaino el sable y ataco, cada uno peleaba como los caballeros de antaño, querían leer el movimiento de otro, cada estocada era esquivada por el adversario, no había un ganador claro, Rodrigo esquivo una estocada y clavo el sable en una de las agarraderas de la armadura de Gerion, este dio un grito e intento acabar con el pero Rodrigo lo arrojo hacia los árboles, donde encontró su fin, el gran Gerion custodio de Lilit murió empalado en los árboles del bosque que protegía.
Entro en las ruinas pero no encontró nada, pero un rayo de luz que se filtraba del techo ilumino una escalinata, se dirigió a ellas era una escalinata de piedra iluminada con antorchas, subió por ella, al final de esta se encontraba una puerta de hierro, cuando la iba a tocar esta se abrió por si sola, detrás de ella emergió la figura de un demonio (por sus grandes alas que sobresalían de el), Rodrigo lanzo un golpe con su sable pero este fue detenido por una cimitarra. –Luego vuelvo tienes visitas- dijo el demonio deslizándose por la escalinata.
Entro a la habitación cerrando la puerta detrás de el, ante el estaba un gran salón iluminado con lámparas de aceite, seis columnas sostenían parte del techo, en el fondo estaba una mesa y lo que paresia un dormitorio, ¡hola extraño! Se escucho. Rodrigo recargo la ballesta y se dirigió al dormitorio, detrás de una columna derivada emergió el busto de una hermosa joven, tenia el rostro de una inocente mujer con un largo y hermoso cabello café que le caía en los hombros.
-¿Lilit?- pregunto haciendo una reverencia.
-¡Si precioso!, soy yo y te felicito eres el primero que viene a mi humilde hogar-respondió.
-¿El primero? y ¿todos los muertos que están afuera?, ¿Qué son?-
-No llegaron, fueron la diversión de mis guardias-
-Pero ¿porque vástagos?, ¿no pudieron ser dragones o arpías o gárgolas?-
-No por que los dragones y las arpías me odian y no se ha visto una gárgola en años-
-Y el ¿Qué acaba de salir?-
-El no era una gárgola, el las dirigió hace mucho tiempo, su nombre es Malthus y es un amigo ¡muy intimo! – respondió suspirando.
-De el me encargo luego, primero tu-
-Te vez decidido, ¿Cómo te llamas?-
-Mi nombre es Rodrigo de Cádiz, entrenado desde muy joven en el arte de la cacería.-
-¿Un cazador?, espero que lo disfrutes- exclamo desapareciendo detrás de la columna.-
Rodrigo se acerco con cuidado a la columna, miro detrás de ella y no había nadie, empezó a buscarla por todas partes.
De repente varias rocas fueron lanzadas hacia él, con grandes dificultades logro esquivarlas, detrás de el emergió la cola de una gran serpiente que media 15 metros de largo, permanecía inmóvil, Rodrigo intento buscar la cabeza del animal, pero no la tenia en su lugar se encontraba el busto de una mujer, -ese moustro era Lilit-.
Aquel rostro inocente que tenía se convirtió en una expresión diabólica. Lilit ataco primero, Rodrigo esquivo el ataque disparando la ballesta fallando; Lilit era tan rápida que no lograba recargar lo suficientemente rápido, sustrajo del saco una esfera arrojándola hacia donde se encontraba Lilit, esta exploto a centímetros de ella, pero solo la aturdió.
Rodrigo se oculto detrás de la columna donde recargo y apunto hacia la cabeza, cuando estaba preparado disparo, pero Lilit atrapo la saeta y la partió en dos, volvió a recargar pero Lilit lo descubrió golpeándolo con su cola, este salio volando perdiendo el conocimiento, cuando despertó vio a Lilit junto a el que le sonreía.
-¡Eres bueno!, te recordare en mis sueños- dijo acercándose a la garganta.
Rodrigo la observo y en el momento preciso saco una daga y la hirió en el rostro, esta retrocedió, pero lo miro con odio, Rodrigo la observaba, pero buscaba sus cosas.
Se levanto, pero Lilit lo volvió a atacar con mas furia que antes; ahora estaba furiosa, desenvaino el sable, pero era inútil, no lograba darle un golpe directo, solo le corto la punta de la cola -esto enfureció aun mas a Lilit-.
Por fin junto a una columna se encontraban las cosas, Rodrigo corrió lo mas rápido que pudo hacia la ballesta, logro alcanzarla girando y disparo la saeta que logro darle en el costado.
Lilit se quejaba del dolor; pero eso no la detuvo, pero le dio suficiente tiempo para alcanzar el saco, sustrajo varias esferas del e hizo que lo siguiera detrás de los pilares, cuando cruzó por debajo de ellos arrojo las esferas hacia los pilares destrozándolos, los escombros cayeron sobre Lilit.
Cuando el polvo se disipo revelo a Lilit semienterrada por varias rocas de distintos tamaños, solo se podía ver la cabeza y un brazo que poco podía hacer para liberarse.
Rodrigo se acercó con sumo cuidado, pero Lilit maldecía con la fuerza que le quedaba, levanto la mirada hacia el (solo se observaba odio y rabia en su mirada) y exclamo:
– ¿Espero que la paga haya sido buena?, TERMINA EL TRABAJO. –
-¡Tal vez! Fue buena, pero te recordare en sueños. – Respondió desenvainando el sable.
Con un fuerte golpe la decapito, su cabeza cayo a sus pies Lilit había muerto. Terminado el trabajo tomo las lámparas, roció su contenido y le prendió fuego al lugar, con las llamas a su punto máximo salio del salón, cerrando la puerta para siempre.
En las escalinatas recogió una antorcha y con ella empezó a quemar el bosque, encerando a los vástagos en el, los gritos de estos se oían a gran distancia.
Comenzaba un nuevo día y Ricardo prendía una fogata para preparar su desayuno, veía en el horizonte una gran columna de humo, al observar detalladamente distinguió la figura de un hombre, -era Rodrigo- cuando este llego hasta donde estaba Ricardo cayo de rodillas pidiendo algo de comer, Ricardo le dio un pan recién calentado, un poco de carne asada y leche de cabra, los comió dándole las gracias.
Pasaron dos días en ese lugar, Rodrigo narro lo ocurrido con detalles, refiriéndose a Lilit con el título de “señora” o “ella”, al parecer Rodrigo le guarda un gran respeto a esa “mujer”.
Al tercer día prepararon su regreso, Rodrigo exigió su pago, Ricardo saco de la carreta el oro y lo cambio a su saco y las pieles las guardo en la montura del caballo dándole las gracias, Rodrigo sonrió y le dio un trozo de cabello y una escala de brillantes colores.
-¿Qué es esto?- pregunto.
-Son trofeos, es la cola y un mechón del cabello de Lilit, guárdalos bien-
-Gracias de nuevo-
Se dirigieron al norte, en una bifurcación se despidieron.
-¿Qué piensas hacer?- pregunto Ricardo.
-Voy por una presa nueva- respondió
-¿Se puede saber quien es?-
-Sí, se llama Malthus
-He oído hablar de el, se dice que vive en el oeste de la región de los sajones-
-Gracias nos vemos- dijo Rodrigo partiendo a todo galope.
Cuando este se perdió en el horizonte Ricardo tomo el otro camino cantando una canción y pensando en el futuro de ese hombre, ¡solo el tiempo lo dirá!