A mediados del pasado mes de mayo, la casa de subastas Christie’s, en Nueva York, vendió en 91.1 millones de dólares la obra Rabbit, del artista estadunidense Jeff Koons, lo que impuso récord mundial en el precio pagado durante una subasta por el trabajo de un artista vivo. La marca anterior era de 90.3 millones de dólares, desembolsados en noviembre de 2018 por Retrato de un artista, de David Hockney.
Rabbit es una escultura de un metro, está hecha de acero inoxidable y es considerada uno de los iconos del arte del siglo XX. Uno de los cuatro ejemplares que existen del reluciente conejo metálico se puede apreciar desde el 19 de mayo en el Museo Jumex, de la Ciudad de México.
A la capital mexicana, Koons no llegó solo. Apariencia desnuda: El deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, aun, es una de esas exposiciones que les queda como anillo al dedo la etiqueta de “imperdonable perdérsela”, pues reúne 70 obras por demás representativas de dos de los artistas más emblemáticos del siglo pasado.
Con préstamos de 30 colecciones -como del Philadelphia Museum of Art, National Gallery of Canada, Pinault Collection o el Moderna Museet de Estocolmo, el curador invjtado Massimiliano Gioni coloca frente a frente, por primera vez, a Koons y Duchamp ( Francia, 1887-1968), en un atractivo juego de espejos que lleva al espectador por un lúdico sendero de colores, formas y objetos de la vida cotidiana ante los cuales siempre es válida la pregunta: “¿de verdad esto es arte?”.
La exposición conduce por el polémico realy-made de Duchamp y su paralelismo en Koons, es decir, por esos objetos comunes y corrientes que se han convertido en arte en las manos del uno y del otro. Se trata de que el espectador perciba cómo un objeto de consumo se torna en un objeto del deseo, es decir, erotizado, sexualizado.
Aunque al final uno se queda con ganas de más, en la bien presentada exposición se entrelazan, se complementan y se retroalimentan las obras clave –Bicycle wheel, Bottle rack o la famosa Fountain– de un Marcel Duchamp muchas veces cuestionado y de un rock star de nuestros tiempos como Koons –Made in heaven, Ballon dog, Hulk, Play-Doh y el citado Rabbit.
Eso sí, para ver Apariencia Desnuda, título que alude al ensayo del mismo nombre escrito por Octavio Paz acerca del trabajo de Duchamp, lo mejor es llegar temprano, porque aunque las salas son amplias y cómodas, se batalla para algo que no se puede evitar en esta exposición: tomarse una selfie al lado de las obras de este par de gigantes del arte, algo que ninguno de los dos reprobaría.
El Museo Jumex abre de martes a domingo de diez de la mañana a siete de la noche. Si estás de visita en la otrora región más transparente, no te pierdas esta exposición (cierra el 29 de septiembre de este año).