Miley Cyrus
Ni un ápice de rebeldía se perdió en este EP, pero junto con esas ganas de presumir su autenticidad hay demasiado ruido para dar modo a tanta trivialidad.
Cyrus deja atrás la melancolía para volver a este lado agresivo en el que pide dejen de juzgar sus modos, aun cuando no sean los correcto.
Son 20 minutos en los que 10 son un trancazo al oído que va perdiendo fuerza tanto en sonido como en mensaje. Sin embargo, como pausa previo al vendaval de reflexiones que se vienen tras los cambios en su vida personal, es un buen «descanso».
Tyler, The Creator
El Creador sigue demostrando que puede llevar la «música de la calle» a nuevos niveles y para presumir sus dotes nos adentra en la historia de un chico que debe elegir entre una relación secreta y la que tiene en su vida pública. Hasta ahí no hay novedades, lo que realmente funciona como un «gran viaje» es el modo tan diverso de contar esta anécdota, track tras track, modificando estilos y ritmos, permitiendo que cada canción tenga una identidad que embona perfecto con un estado de ánimo.
Lo mejor es que se nutre de la amplia diversidad de la música negra para hacer algo más cercano al pop -en ocasiones- y partir de una base de R&B que se va transformando conforme el álbum y la historia maduran.
Marshmello
Desde el título del álbum sabemos que no escucharemos algo novedoso, es más la continuidad que el DJ y productor da al «Joytime» de 2012 hace que estos sonidos se escuchen más como el acompañamiento de algo añejo y fuera de tiempo.
El tema es que aquí no aplica la onda retro, es más como la colección de temas que se quedaron en reserva a la espera de una «actualización» que nunca llegó.
Pero no todo es desechable, si pensamos que podemos usar estas melodías para dar comienzo a una fiesta desde las primeras horas de jolgorio, ya saben, como cuando comienzas a recibir a los asistentes.