Datarock
Aunque todavía se escuchan fragmentos del dance punk que caracteriza a la banda noruega, en este EP se clavan de lleno en la música electrónica setentera de Estados Unidos, ofreciendo pocas piezas pero muy bien creadas y encaminadas a explorar otro tipo de EDM.
Sin perder velocidad, nos llevan a los remixes de las rolas presentadas en inicio, alargando de modo innecesario esa poderosa introducción que significa «The One».
Para quienes no los conocen es un modo muy «amable» de acercarse a su música, por lo general más elaborada y compleja.
Ariana Grande
Al parecer, sin querer, la cantante estadounidense cierra el ciclo evolutivo que comenzó en 2018 con «Sweetener», un trabajo lleno de confesiones, miedos y frases de aliento ante las frustraciones vividas.
El disco que significó su consolidación musical como mujer, alejado por completo de imagen adolescente, fue importante para las nuevas generaciones que siguen creciendo con Grande, pero éste es aún más significativo, porque al fin se escucha una unidad y no temas aislados.
Incluso, se burla de las comparaciones que quieren colocarla como la heredera pop de cantantes de mayor edad. Despreocupada, se dedica simplemente a referirse a lo mismo que en su trabajo anterior, sin perder ese dejo de inocencia juvenil, lo que perturba pero atrae al mismo tiempo.
Fidlar
Se trata de un álbum cargado de chacoteo, con referencias evidentes, pero con toda la intención de convertirse en una maqueta llena de temas pegajosos.
Musicalmente está plagado de guiños, lo que deja poco espacio a la inventiva, pero siguen siendo poderosos en el aspecto lírico, lo que hace este trabajo desigual, pues se nota la idea de «pegar» como sea, aún sea pegando gritos o coqueteando a ratos con el soul.
Los ganchos funcionan, pero no dejan de sonar a copia y es ahí donde los angelinos pierden toda su escencia punk.