Este anuncio te conecta a nuestra afiliación en Mercado LibreCayucas
Una muestra más de poderosos sintetizadores muy al modo de los 80 para construir un pop amigable y que combina perfecto con letras de desamor que no suenan desgarradoras, sino divertidas, o al menos entretenidas.
Varias piezas parecen ideales para que las estrellas pop del momento luzcan más indies, pues no sólo hay canciones pegajosas, sino una selección muy disfrutable, pero no memorable.
Tiene buenas anécdotas, pero no historias para siempre.
Este anuncio te conecta a nuestra afiliación en Mercado LibreNena Daconte
De esos claro ejemplos de pop que suena añejo ante el vendaval de excentricidades que abundan en la radio e internet. No por eso hablamos de un trabajo mediocre, pero sí es evidente que hay un nulo tratamiento de temas que deberían estar conectando con la gente por su actualidad, y no es así.
De lo que adolece es de impacto: pese a lo directo y comprometido de las líricas, parece que la española le canta a cualquier cosa, y la realidad es que hay temas que son duros y simplemente no logran trascender.
Igual es la modalidad de collage que no define un eje temático que nos guíe a través de los propuesto en este retorno.
Little Jesus
La nostalgia a la que le cantan los de la Ciudad de México no es aquella que nos destroza el corazón o que nos remite a momentos dolorosos de la vida, sino a la que nos regala una sonrisa a sabiendas de que dejamos atrás un gran momento.
Con tonalidades bailables y una onda tropical muy afectiva, la banda se dedica a recordar el ayer en un intento por ser experimentales que no termina de cuajar. Aún así, se nota que si intentaran ponerse «disco» algo muy pegajoso podría aparecer en el horizonte.
Menos energía y velocidad para darle a este nuevo trabajo un toque de ensoñación, ideal para pensar que hay mucho en el ayer que nos tiene pendientes de lo que fuimos.
